La Empresa Municipal de Transports (EMT) registró en 2023 su récord histórico de viajeros, rozando el pasado año los 11 millones de pasajeros entre sus 24 líneas. Según los datos que maneja la compañía dependiente del Ayuntamiento de Tarragona, a los que ha tenido acceso el Diari, la firma que gestiona el transporte público de la ciudad acreditó en 2023 un aumento del 20% en su actividad, pasando de los 9 millones de usuarios de 2022 a los 10.879.827 del año pasado. Estos números se dan en el primer ejercicio del descuento del 50% impulsado por el Gobierno Central, y del que el consistorio aporta el 20%.
De esta forma, la EMT supera definitivamente el batacazo que supuso la pandemia de la Covid y las posteriores restricciones, saltando por tercera vez en la última década por encima de los diez millones de pasajeros.
Hace solo una década, el transporte en bus de la ciudad acreditaba 8,7 millones de viajeros, una cifra que ahora se ha superado en un 25% y en más de dos millones de pasajeros. Desde 2013, la EMT fue mejorando año tras año sus cifras, superando en 2015 los nueve millones de usuarios y llegando a los 10 en 2018. En 2019 la compañía municipal tocó techo, con 10,4 millones, si bien el estallido del coronavirus paralizó por completo la actividad, rebajando la cifra de 2020 a casi la mitad: 5,9 millones. Posteriormente, y de manera paulatina –7,7 millones en 2021 y 9 millones en 2022– la actividad volvió a coger ritmo, hasta que el pasado año se superaron todos los registros, quedándose a las puertas de los 11 millones.
La presidenta de la EMT, Sonia Orts (PSC), destaca que, a su juicio, una de las claves del aumento de pasajeros es que «practicamos la escucha activa, teniendo en cuenta las demandas de la ciudadanía». En este sentido, remarca la puesta en marcha de la nueva L43, que se inauguró a principios de año y que «da servicio a los residentes de Ponent que diariamente se desplazan al Complex Educatiu».
Según Orts, otro de los factores que explican el crecimiento es que el consistorio «asume el coste del 20% de la bonificación para que la ciudadanía pueda beneficiarse del descuento del 50% en el precio de los abonos». «Además de ayudar a los usuarios, también fomenta la movilidad sostenible porque facilita que los pasajeros usen el transporte como medio para desplazarse en su día a día». A día de hoy, la EMT cuenta con una flota de 75 vehículos, 57 más que la siguiente localidad de la provincia, que suman recorridos por un montante de 286 kilómetros, con 400 paradas en la ciudad.
La línea líder: Sant Pere i Sant Pau
De los datos de 2023 destaca que las dos líneas más concurridas comportan el paso por Sant Pere i Sant Pau. El trayecto con más usuarios es la línea 54, que une Bonavista con el barrio del norte, que el año pasado sumó casi 2,8 millones de viajeros, disparando su demanda en un 19% respecto a 2022. En segunda posición se sitúa la línea 6, que enlaza Sant Pere i Sant Pau con Campclar. Este trayecto sumó 2,3 millones de pasajeros el año pasado, aumentando el volumen en un 19% respecto al ejercicio anterior.
A juicio del presidente de la Associació de Veïns La Unió de SPiSP, Gabriel Muniesa, el servicio de la EMT «es bastante completo», destacando que las frecuencias de los buses ‘6’ y ‘54’ «están bien dimensionados». Pese a ello, pide incrementar el paso de la ‘55’, ya que «solo pasa cada hora y media».
El tercer puesto del ranking de viajeros es para la línea ‘8’, que une la Vall de l’Arrabassada con el Hospital Joan XXIII. Este trayecto se disparó un 20% en 2023, superando los 1,1 millones de viajeros. «Las frecuencias son aceptables y tenemos cuatro líneas que nos acercan al centro», indica el presidente de la Associació de Veïns de la Vall de l’Arrabassada, Josep Maria Bertran, quien paralelamente pide mejores conexiones «con la estación de trenes y con el Col·legi Sant Pau en las horas de entrada y salida de alumnos», a la vez que, pese a valorar positivamente el horario de paso del transporte público, considera que «quizás el servicio acaba pronto».
Si no hay bus... coche
Ya a bastante distancia se sitúa la línea ‘3’, que enlaza La Canonja-Torreforta-Tarragona. Este recorrido sumó 548.000 viajeros en 2023, pasando por Bonavista. «Somos uno de los primeros barrios de la ciudad en usuarios de autobús. Muchos vecinos lo utilizan y lo necesitan diáriamente para ir a trabajar y para estudiar. Una de las reivindicaciones que teníamos desde hace mucho tiempo es tener una línea que conectara directamente Bonavista con el complejo educativo de Tarragona. Celebramos y agradecemos a la consellera Orts que desde este año sea ya una realidad con la L43», indica la presidenta de la Asociación de Vecinos de Bonavista, Loli Gutiérrez.
En quinta posición de la tabla está la ‘85’, que va de Prat de la Riba hasta Sant Salvador. Este servicio incrementó su actividad en un 14% el año pasado. «Siempre nos hemos quejado de las frecuencias, que son de 40 minutos entre semana», lo que «nos obliga a tirar mucho del coche», indica la presidenta de la Associació de Veïns de Sant Salvador, Meritxell Vilella, quien pide que el paso de los buses fueran cada 15 ó 20 minutos». También reivindica «que se ponga luz en la parada del Pont del Diable. Cuando se va el sol da miedo».
En sexta posición se encuentra la línea 34, que va desde Colom a Les Gavarres, pasando por la Floresta. Este trayecto fue uno de los que más creció el pasado año, acreditando un aumento del 28%. En concreto, pasó de los 378.953 usuarios del 2022 a los 487.413: más de 100.000 de aumento. «Tenemos un bus cada media hora, tampoco es mucho pero como mínimo es puntual. Los fines de semana la situación es mucho peor, fatal», indica la presidenta de la Asociación de Vecinos de Parc Riuclar, Josefa Rodríguez. Los residentes de este barrio de Ponent están «molestos» porque el nuevo bus Educativo «no pasa por el barrio, cuando tenemos gente que estudia», resalta Rodríguez.
Finalmente, el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVT), Alfonso López, valora positivamente «que se bonifique el 50% de las tarjetas de bus», si bien recalca que «esto debería ir acompañado de más frecuencias en muchas líneas», destacando la zona de Buenos Aires, «donde el paso de buses es mínimo». «También estamos recibiendo quejas que los autobuses son viejos y que a menudo se averían», afirma el líder vecinal.
En conjunto, pues, el descuento del 50% en el precio de los abonos ha disparado la demanda para usar el transporte público, lo que abre la puerta a un nuevo reto: incrementar las frecuencias.