La primera edición de la campaña de los Bons Comerç ha superado las expectativas. Según datos del balance definitivo que se daba a conocer ayer, el impacto económico que ha generado ha triplicado la aportación municipal. Así, si la suma que inyectó el Ayuntamiento de Tarragona fue de 500.000 euros, el valor total de las ventas realizadas fue de 1.757.590,81 euros, cuando, según los cálculos iniciales, se esperaban que fuera de 1,5 millones de euros.
Más datos. El gasto medio de cada bono canjeado fue de 18,59 euros, mientras que el gasto medio por venta se situó en los 58,66 euros. Con todos estos elementos, el concejal de Comerç, Dídac Nadal, afirmó que la campaña ha supuesto «un despertar» en la ciudad que contribuyó a «estimular» el comercio en las semanas previas a la Navidad, con las calles cortadas y una agenda repleta de actividades durante los fines de semana.
Los Bons Comerç también fueron la primera iniciativa conjunta entre la concejalía de Comerç y la Cambra de Comerç de la ciudad, que asumió toda la parte de la gestión, formación e interlocución con los negocios. Ayer, la presidenta del ente cameral, Laura Roigé, ponía en valor este trabajo conjunto y destacaba que durante la campaña «no se registró ni una sola incidencia». Asimismo, el hecho de que los establecimientos cobraran «en menos de una semana» hizo que se incrementaran las adhesiones, pasando de los 150 establecimientos iniciales a los más de 200 el 31 de diciembre. Con todo, Roigé apelaba a que «el buen entendimiento con el Ayuntamiento continúe en otras acciones y podamos seguir trabajando de forma conjunta».
El empresario Lluís Colet fue uno de los establecimientos que se sumaron a una iniciativa que, según puso en valor, «aportó un plus de ventas que necesitábamos». En su caso particular, calculó que este crecimiento fue de entre un 20 y un 25% respecto al año anterior, una tendencia que de media se situó en más del 15%.
Colet también destacó que esta iniciativa ha supuesto «un paso adelante en el uso de las nuevas tecnologías», por lo que considera que el comercio en la ciudad debe «seguir avanzando» en este tema para no quedarse atrás.
La tercera pata en esta alianza estratégica fue la Via T. Su dinamizadora, Judit Sentís, explicó que alrededor de unos cincuenta asociados respondieron a la encuesta que se hizo desde esta asociación para conocer el nivel de satisfacción de los comerciantes. «Todo salió muy bien valorado y coinciden en la explosión de actividad que ahora echamos en falta y que necesitábamos, porque realmente había quien estaba sufriendo una situación muy delicada, que nos ayudó a cerrar mejor el año pasado».
No se sabe aún si habrá nueva campaña y si el Ayuntamiento también destinará una partida presupuestaria para dicho efecto. Pese a ello, el máximo responsable de Comerç se mostró rotundo: «Con bonos o sin bonos, la actividad en Tarragona no parará y el corte de calles tampoco».
Nadal afirmó que «Comerç ha comunicado al Gobierno» el deseo de que pueda hacerse una nueva edición, aunque esto dependerá de si finalmente acaban aprobándose los presupuestos que se están negociando estos días. «Por parte de esta concejalía se está insistiendo en que hacen falta nuevas campañas de bonos, no tan solo comerciales sino también culturales», defendió.
A la espera de si finalmente habrá presupuestos o si el Ayuntamiento se verá abocado a una prórroga, Nadal se mostró convencido de que «con o sin dinero pasarán cosas, y sino tiraremos de imaginación». De hecho, esta concejalía aseguró que está trabajando en la definición de las acciones que se llevarán a cabo este 2022 y, aunque de momento no se avanzó nada sobre cómo o cuándo serán, una de las ideas es recuperar los sábados culturales y lúdicos. Esta propuesta se presentó el 10 de marzo de 2020 y no pudo llegar a estrenarse, porque unos días más tarde se declaró el estado de alarma.