El cementerio de Tarragona ha habilitado un espacio para las familias tarraconenses que han perdido a un hijo o hija durante la gestación, el parto o pocos días después de nacer.
La Fundació Hospital de Sant Pau i Santa Tecla, propietaria del cementerio, ha impulsado esta iniciativa con el objetivo de dar visibilidad al luto gestacional, perinatal y neonatal, que a menudo las familias todavía tienen que sufrir en silencio y soledad porque no tiene cabida en los espacios de luto convencionales.
Este nuevo espacio se ha habilitado en una de las plazas del cementerio y quiere dar respuesta a las sensibilidades de los nuevos tiempos, ofreciendo un lugar de reflexión y silencio para los que han sufrido esta pérdida.
El espacio consiste en un gran banco semicircular que envuelve un ejemplar de árbol del amor, originario del este del Mediterráneo y que tiene como particularidad que su hoja tiene forma de corazón. A partir de esta estructura circular que favorece el recogimiento, se han replicado cuatro circunferencias más, cada una de las cuales ha sido ajardinada con un olivo y flora autóctona.
Junto al banco, en un atril de hierro, encontramos una placa conmemorativa donde se puede leer la frase: «Incluso el más pequeño de los pies tiene el poder de dejar huellas eternas en este mundo», un texto elegido por los padres y madres del grupo Espai de Paraula –un servicio de acompañamiento en el luto a aquellas familias que han sufrido una pérdida gestacional y perinatal–.
En este atril, concretamente dentro de un cajón situado en la parte inferior, se puede encontrar un libro de memoria, donde las familias pueden dejar escritos sus sentimientos, pensamientos y mensajes de recuerdo. Quién prefiera plasmar de manera privada su mensaje o testimonio, dispondrá de otro ejemplar de este libro en las oficinas del cementerio.