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«Hay ancianos que han perdido mucho peso en pocos meses y que están sufriendo anemia»

Los familiares de los usuarios de la residencia La Mercè denuncian que sus abuelos no están bien atendidos por falta de personal. La Generalitat dice que las ratios son las correctas

14 marzo 2025 12:59 | Actualizado a 15 marzo 2025 07:00
Se lee en 3 minutos
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La situación en la residencia La Mercè –en el Camí de la Cuixa– ha llegado a un punto insostenible. Los familiares denuncian que su seres queridos están mal atendidos por falta de personal y aseguran que, desde el pasado mes de diciembre, cuando cambió la empresa de cocina, algunos ancianos han perdido mucho peso y están sufriendo anemia. Los familiares han denunciado las problemáticas a la Generalitat, y aseguran que llegarán hasta al final para defender la dignidad de sus padres y abuelos.

A la falta de personal que se arrastra desde hace casi un año, ahora se suma el problema con la alimentación. Los familiares denuncian que los usuarios están perdiendo peso en tiempo récord y que muchos de ellos sufren anemia. «El médico ha recetado Meritene a muchos de los ancianos», explica Antonio Villa Sánchez, quien tiene a su madre ingresada desde hace siete años en la residencia La Mercè. El Meritene es un suplemento nutricional que ayuda a cuidar los huesos, la musculación y las articulaciones. «Es lo que recetan cuando falta hierro», apunta una familiar, quien explica como su madre ha perdido 23 kilos en cuestión de meses.

La situación de los ancianos coincide con el cambio de empresa del servicio de catering, desde diciembre. Las quejas llegaron al Departament de Drets Socials, quien ha analizado las preocupaciones sobre la calidad de la comida y la pérdida de peso de algunos residentes. El organismo solicitó un informe higienicosanitario del centro, que concluye que la mayoría de las incidencias registradas están relacionadas con aspectos como el gusto o la cocción de los alimentos. «Estas observaciones se han trasladado al jefe de cocina para introducir las mejoras», aseguran fuentes de la Generalitat, quienes añaden que «la pérdida de peso se trata individualmente, teniendo en cuenta que entran en juego otros factores propios de la edad o del estado de salud de los residentes».

Falta de personal

Las quejas no cesan. «Nuestros padres y abuelos están desatendidos. No sabemos si es por que falta personal o por si el personal no está calificado», dice la hija de otra usuaria.

Los problemas empezaron hace poco más de un año, cuando llegaron al geriátrico del Camí de la Cuixa los usuarios de la residencia ICASS Reus. Se sumaban así unos 30 usuarios más. De 150 a 180, aproximadamente. El personal era más o menos el mismo, aunque se daba el caso de que un porcentaje importante de trabajadores se daban de baja por problemas de salud. La oleada de bajas coincidió con la llegada de un nuevo equipo directivo.

«Aquí empezamos a ver que nuestros padres y madres no estaban bien atendidos», explica Villa, quien lidera la denuncia, y quien asegura que «prueba de ello es que a mi madre no la pesaron durante cuatro meses». Los trabajadores, según la queja, estaban saturados. Tanto que incluso el comité de empresa presentó una denuncia el pasado mes de agosto.

La hija de otro usuario relata, emocionada, como su padre ingresó en el hospital con dos infecciones, una de orina y otra respiratoria. «Incluso me dijeron que estaba deshidratado», explica. La mayoría de familiares prefieren no dar a conocer su nombre por miedo a represalias. «Nuestros padres están dentro y nosotros fuera. No nos gustaría que pagasen con ellos estas quejas», añaden.

Desde entonces, los familiares de los residentes han presentado varias quejas, tanto a dirección del centro como al Departament de Drets Socials de la Generalitat, organismo público del cual depende la residencia. Aseguran que las ratios no son las adecuadas y que sus familiares no están bien cuidados.

Sin embargo, desde la Generalitat aseguran que se cumplen las ratios de auxiliares de geriatría –uno por cada ocho usuarios–, cuando lo que contempla la cartera de servicios es de uno cada diez. «Pese a ello, somos conscientes que pueden producirse situaciones puntuales en que la ratio se vea afectada por bajas médicas o ausencias imprevisibles. Se hacen esfuerzos para cubrirlas lo más rápido posible», explican desde el Departament.

Reunión a la vista

Por todo ello, los familiares han pedido una reunión con la dirección del centro con el objetivo de abordar las principales problemáticas y poder solucionarlas. «Llevamos tiempo queriéndonos reunir, pero siempre hay obstáculos que lo dificultan. La directora ha estado de baja y no tenemos fácil acceso para poder tratar el tema», explica Antonio Villa, quien, finalmente, ha conseguido concretar un encuentro para finales de este mes.

Por su parte, el Departament de Drets Socials ha mandado una carta a los familiares dando respuesta a algunos de los temas planteados. «No es suficiente para nosotros. Estamos dispuestos a llegar hasta al final para que nuestros padres y abuelos estén bien cuidados en los últimos años de sus vidas», añade Villa.

Los trabajadores ya se quejaron

El mal ambiente ya se respira desde hace meses. El pasado mes de agosto, los mismos trabajadores ya denunciaron falta de personal. Aseguraban que, con la llegada de nuevos residentes, las ratios por trabajador se habían disparado. La denuncia decía que las auxiliares de geriatría estaban sufriendo sobrecargas laborales, cosa que las obligaba a coger la baja por estrés y ansiedad. Ahora, son los familiares de los residentes los que levantan la voz.

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