El Ayuntamiento de Tarragona ya tiene el dinero para emprender la esperada reforma de la plaza de la Quinta Promoció, en el barrio de Sant Pere i Sant Pau. Esta actuación estaba sujeta a la venta de patrimonio y, según informó la administración local en un comunicado, esta misma semana el concejal de Béns i Patrimoni, Hermán Pinedo, ha firmado la documentación para la compraventa de los terrenos de la gasolinera, ubicada en el mismo barrio.
El negocio estaba en unos terrenos municipales, cedido a un privado mediante una concesión a 50 años. El plazo expiraba en 2037. No obstante, el dueño mostró su interés en la compra del solar y el Ayuntamiento estudió esta posibilidad, pensando en reinvertir este dinero en inversiones. «Desde el primero momento quisimos que los recursos de la venta se quedaran al barrio», apunta el concejal de Territori, Xavier Puig.
La operación se ha cerrado por valor de 670.000 euros y el siguiente paso ahora es que la administración local y los propietarios de los bloques de pisos adyacentes a la plaza encuentren la fórmula para que pueda llevarse a cabo la reforma. Esta pasa por la cesión del espacio, que es privado, al Ayuntamiento. Para ello hace falta la firma de un convenio, que contemple su cesión para uso público a treinta años y que tienen que apoyar todos los dueños por unanimidad. «Es un tema que ya hemos empezado a hablar con el Ayuntamiento, primero con los presidentes de todas las escaleras y más tarde en otra reunión con los vecinos y administradores de fincas», explica el presidente de la Associació de Veïns La Unió de Sant Pere i Sant Pau, Gabriel Muniesa.
Los afectados son más de 400 familias y no será sencillo porque en algunos casos hay dificultades para encontrar a los dueños o estos son propiedad de algún banco. «En uno de los encuentros hubo una propuesta por parte de uno de los administradores de fincas para que, si en lugar de hacer la cesión a treinta años se hacía a quince no hacía falta la unanimidad, sino que con una mayoría podía prosperar», argumenta Muniesa.
De momento, los que no están dispuestos a firmar son un grupo de vecinos de la Torre Xile. «Detrás de los bloques hay un camino con muchas hierbas que se inunda y el agua tarda semanas en irse. Han dicho que hasta que no se arregle ellos no van a firmar», expone el presidente de la Associació de Veïns de Sant Pere i Sant Pau, Luis Trinidad. Este opina que «destinando una pequeña parte» para asfaltar esta zona podría solventarse el problema. Pese a ello, las conversaciones aún no han llegado a decisiones concretas y esto hace que por el momento no se haya empezado a hablar todavía de calendarios, ya que no podrán hacerse las obras si el espacio no es municipal.
El proyecto consistirá en la impermeabilización de la plaza, para evitar que en los días de lluvia sigan las filtraciones de agua en el parking. Asimismo, se hará una remodelación superficial que generará una zona de juegos infantiles, una zona verde y unos bancos. De esta manera, se dignificará un espacio en un avanzado estado de degradación y deterioro que los vecinos piden que se mejore desde hace «más de treinta años». «Esperamos que no se tuerza nada, porque este primer paso era dificilísimo y se ha conseguido, por lo que esperamos que haya buena voluntad y que salga adelante, para que pueda arreglarse de una vez y pueda darse vida a una plaza muy muerta y a los locales, concluye Muniesa.