La separación de residuos en Tarragona progresa, pero no adecuadamente. Con un 44,3 % en 2023, la demarcación mejora el 43,4 % de 2022, pero sigue estando por debajo de la media catalana del 46,7 %, mientras que los objetivos europeos marcan que se llegue a un mínimo del 50 % en el próximo 2035. El director de la Agència de Residus de Catalunya (ARC), Isaac Peraire Soler, afirma al Diari que «se ha mejorado en este sentido, pero no es suficiente».
Peor es la situación en cuanto al reciclaje, es decir, la basura previamente separada que se reutiliza. Y es que tan solo se recicla un 40,3 % de la basura recogida selectivamente, menos incluso que el 41 % al que se llegó en 2022, según los datos de la ARC.
Aquí, tanto la demarcación como Catalunya están muy lejos de lo que demanda la Unión Europea (UE), que exigía que, en 2020, se reciclara un 50 %, y que ese porcentaje fuera aumentando un 5 % cada lustro: un 55% en 2025, un 60 % en 2030 y, finalmente, un 65 % en 2035.
En lo que sí que se mejora es en la generación de residuos. Tarragona ha pasado de los 590 kilos por habitante del pasado año 2010 hasta los 530 de este 2023, lo que significa una bajada del 10,1 %. Por su parte, el conjunto del territorio catalán ha reducido los 558 kg/hab. de 2010 a los actuales 477, una disminución del 14,5 % que sí que cumple con la ley, que sitúa 2025 como el año límite para que ese porcentaje se coloque, como mínimo, en el 13 %.
«Se ha mejorado en este sentido, pero no es suficiente», director de la ARC, Isaac Peraire Soler
«Esa reducción en la generación es lo más positivo de los datos de este año, y más teniendo en cuenta que estamos en un momento de bonanza económica», afirma Peraire. «El mejor residuo que tenemos es el que no se genera», aclara.
La Conca sigue encabezando
Analizando al detalle las estadísticas, la Conca de Barberà, que aplica un modelo de alta eficiencia basado en el ‘porta a porta’, sigue siendo la comarca que mejor separa sus residuos, con un 76,1 %, por delante del 74 % del Lluçanès. En territorio tarraconense, la Terra Alta –la quinta más alta de Catalunya–, con un 65 %, y el Priorat, con un 63 %, son las otras que registran el porcentaje más alto.
En la otra cara de la moneda, igual que el año pasado, están el Baix Penedès, con un 39,2 %, y el Tarragonès, con un 39,8 %, que son la cuarta y la quinta peor comarca de Catalunya.
En esta línea, Creixell, con un 24,8 %, es el peor municipio de la demarcación, mientras que L’Albiol, con un 83,8 %, es el que mejor separa sus residuos. Las principales ciudades, Reus y Tarragona, registran un 40,2 % y un 37 % respectivamente, unos datos pobres y que, pese a que mejoran los del año pasado, se quedan lejos de los objetivos marcados.
«Esa reducción en la generación es lo más positivo de los datos de este año, y más teniendo en cuenta que estamos en un momento de bonanza económica», Isaac Peraire Soler
De hecho, 82 de los 184 municipios de Tarragona (el 44,6 %) separan menos de ese 50 % que la Unión Europea exige para dentro de once años.
El debate del modelo
De los cinco municipios catalanes con mejor recogida selectiva de los desechos –ninguno de ellos está en Tarragona–, todos utilizan el modelo ‘porta a porta’ –activo en más de trescientos municipios catalanes–, mientras que, los cinco que peor lo hacen –tampoco están en la demarcación– cuentan con contenedores abiertos.
Peraire puntualiza que «los municipios con modelos de alta eficiencia [el ‘porta a porta’ o los contenedores cerrados inteligentes, por ejemplo] superan todos el 55 %, mientras que la media del resto se queda en el 28 %».
Todo ello mientras el año que viene debe ponerse en liza una tasa que cubra al 100 % el coste total del servicio de recogida y que también incluirá bonificaciones para quien separe mejor sus residuos.