“No me fiaba de lo que fuera a pasar. Por esta razón he cogido el Avant”. Como Anna María buena parte de los viajeros han apostado este martes por la mañana por subirse al Avant Exprés, que ha recuperado el servicio ferroviario entre Tortosa y Barcelona, coincidiendo con el primer día del corte de tráfico en el túnel de Roda de Berà debido a las obras del Corredor del Mediterráneo.
Como estaba previsto, a las 6:35 horas el convoy ha salido puntal de la capital del Baix Ebre en dirección a la capital catalana, donde ha llegado a las 8:23 horas. Cumpliendo, así, con las expectativas de quienes como Mercè Tàrrega viajaba con su hija para ir al médico: “Hemos cogido el Avant por miedo a no llegar a la hora si viajábamos en un tren regional; teniendo en cuenta que hubiésemos tenido que bajar y coger un bus”, ha comentado al inicio del trayecto.
Para otros viajeros, la reducción de aproximadamente una hora entre la capital catalana y la del Baix Ebre no compensa el coste del billete: “Es caro. Por dos adultos y una niña hemos pagado 105 euros. Es excesivo. Nosotros no tenemos la culpa de que hagan obras. El Avant debería tener el mismo precio que los demás trenes”, ha reclamado Rosa Germán, quien resignada ha asegurado que “o cogemos este tren -el Avant- o no podemos ir a Barcelona al médico y llegar pronto”.
Descontenta con el coste del viaje también se ha mostrado Betty Taboada. “Hasta la semana pasada cogía un tren a las 5:47 horas, pero cuando he llegado me he enterado de que había salido antes y que el próximo ya era el Avant, pensado que era como el regional”, ha asegurado. Subida ya en el convoy, ha explicado, “me entero de que debo pagar por el viaje 25 euros; podrían haberme informado de que existe un bono”.
Día agridulce
Por su parte, las entidades promotoras de las campaña ‘Hem perdut lo tren’, Trens Dignes y Diàspora Ebrenca se han mostrado satisfechas por la recuperación del Avant, después de dos años de reivindicación y con el apoyo de los principales agentes económicos, políticos y sociales del territorio.
Para Josep Sabaté y Jordi Arrufat, portavoces de Diàspora Ebrenca, la recuperación del Avant “es un día agridulce porque recuperamos el tren en medio del caos ferroviario”. “El Avant debía ser un complemento al servicio ferroviario de las Terres de l’Ebre, pero llega en un día en que mucha gente puede tener problemas para llegar a Barcelona”, ha afirmado Josep Sabaté minutos antes de subirse al tren en Tortosa.
De cara a los próximos cinco meses, y coincidiendo con las obras al túnel de Roda de Berà, él mismo ha declarado que “nos preocupa la situación de inseguridad y de incertidumbre en cuanto al transporte en las Terres de l’Ebre porque no existe la información suficiente ni tampoco se ofrecen los servicios necesarios para que todo el mundo pueda llegar a Barcelona”. “La gente viaja a Barcelona por estudios, por trabajo, para ir al médico... a nivel político no existe la implicación suficiente frente a este problema”, han recordado los portavoces de la entidad.
Sobre el coste del servicio, Jordi Arrufat ha asegurado que “el precio del kilómetro entre Tortosa y Sants con abono es un 40% más caro que en el caso de Figueres-Vilafant o Lleida”. “¿Cómo se explica que el abono sea más caro que otros usuarios de Catalunya?”, se ha preguntado. Él mismo ha señalado que “Renfe dice que está estudiando ofrecer otros abonos; en este sentido, sería interesante poder disponer del 10-45, para poder consumirlo en 45 días, en lugar de los 20 actuales, o incluso el 30-50 que, en palabras del portavoz de Diàspora Ebrenca, “contribuiría a que el coste del billete bajase mucho más y sería interesante para la gente que se desplaza cada día”.
Este es el caso de Francesc Amigó quien subió al Avant en Cambrils. “A diario cojo el regional que va a Barcelona, pero este lunes, hasta el último momento, no tenía claro cuál sería la mejor logística para llegar a Barcelona antes de las 9 de la mañana para entrar a trabajar; de todas las combinaciones la que me ofrecía mayor tranquilidad era el Avant”, ha explicado en dirección a la capital catalana. La vuelta ya será otra cosa. “Veremos si todo va tan bien porque probaremos el combo de tren más autobús en Sant Vicenç de Calders”.
Amigó sabe muy bien de lo que habla. “Llevo más de treinta años cogiendo el tren y son contadas las veces que he llegado puntual”, ha asegurado y se ha mostrado contrariado a “seguir regalando tiempo de mi vida”.