Adía de hoy es difícil encontrar una marca de ropa que esté alineada al 100% con su filosofía y no se deje llevar por el rumbo sobrepasado del sector. Leneim es una firma sostenible, inclusiva y sin género. «Es más que una marca de moda, es un estilo de vida», explica Xènia Banús (Tarragona, 1996), su fundadora. Ella misma se considera minimalista: «utilizo y tengo lo esencial. Intento que mi consumo sea lo más consciente posible». El principal propósito de Leneim es «revalorizar la moda, poner en valor lo que te compras».
El propio nombre lleva intrínseco los valores de la firma: es una palabra compuesta formada a partir de la unión del artículo en francés le (el) y la pronunciación en inglés de la palabra neim (name), que significa ‘nombre’. Un término andrógino que representa a hombres y mujeres.
Banús vivió una infancia rodeada de naturaleza y se mudó a Barcelona para estudiar Fashion Marketing and Communication. Con una visión fundamentada de la industria, tras haber escogido una formación que le ofrecía una «perspectiva 360º y una visión amplia para poder comprender todos los procesos que conlleva crear una marca», en julio de 2022 decidió fundar Leneim. «Sentí la necesidad de romper con lo establecido a través de una visión crítica», afirma. «Quería trasladar mi visión de la vida al mundo de la moda». Realmente Leneim lleva a Xenia Banús en todas sus costuras.
«La industria necesita urgentemente un cambio en su modelo de producción y consumo, aunque es un desafío complejo, también es inaplazable, ya que producir grandes cantidades de ropa diseñada sin fundamentos es un desperdicio inmenso e irreversible», comparte Banús. «Se deben aplicar medidas eficaces, no es suficiente con usar materiales reciclados, la clave es dónde, cómo y cuánto se produce».
Priorizando esto, ella misma compra las telas de algodón orgánico 100% a proveedores de la zona y un pequeño taller del Baix Camp con 5 costureras le ayudan con el patronaje y confección. Banús se enfoca en lo esencial, en lo que le aporta bienestar y funcionalidad para crear prendas limitadas y atemporales con un proceso totalmente artesanal, que lo hace más paulatino, alineado con su estilo de vida slow. «Nos permite mantener los valores de marca y tener coherencia. No digo que somos 100% sostenibles, porque para una marca de moda es imposible, pero intentamos trabajar con mucha responsabilidad ecológica y fomentando la economía local». Muchas de sus creaciones pueden verse en el instagram de la firma, @leneim.official
Diseño consciente: «Producir grandes cantidades de ropa es un desperdicio inmenso e irreversible»
Banús defiende que nuestras compras dan mucha información y que debemos asumir una responsabilidad individual, porque «cada compra es como un voto. Actualmente, lo más importante ha dejado de importar y Leneim apuesta por no tanta cantidad, si no más calidad». El mayor reto de la firma son los costes de producción, ya que su compromiso implica un margen de beneficio menor, pero «para Leneim, sería incongruente producir grandes cantidades en el otro lado del mundo». Venden a través de su tienda online, hasta ahora focalizada en España, pero empiezan a internacionalizarse, vendiendo en Europa y en el Reino Unido.
Cree que «los estereotipos nos limitan», por ello su estilo se caracteriza por mucho volumen, cortes rectos, líneas anchas y limpias que se traducen en una silueta oversize, «fácil de llevar y adaptar en cualquier cuerpo y ocasión, son diseños funcionales». Su prenda best seller es el cinturón fajín corset belt y entre su plan de futuro está el experimentar con tejidos innovadores, «como la tela de bambú, la fibra de hoja de piña o el cuero de hongos y explorar nuevas técnicas y acabados».
La marca cada vez tiene más peso en el mercado; recientemente, la influencer española Maria Pombo vistió uno de los trajes de Leneim, el Timeless suit para una campaña con una firma de joyas. «Contactaron como una colaboración y me alegró por el reconocimiento, pero intentamos ser muy selectivos y jamás regalamos prendas, porque hay que ser conscientes de su valor. Además, desde nuestros inicios hemos tenido un crecimiento orgánico: movernos a un ritmo paulatino nos permite ser coherentes y mantener nuestros valores, esto implica una expansión sostenible y controlada».
¿Sus planes de futuro? Actualmente, Banús tiene el foco en la comunicación de marca, en lanzar nuevos diseños y en entrar en puntos de venta físicos. Busca continuar creando prendas funcionales sin perder su ADN. «Es un reto cuando sólo cuentas con tus propios recursos», explica. «Estar en el lugar correcto en el momento adecuado influye, pero el esfuerzo y la perseverancia son cruciales. Hay que creer en uno mismo».