Dos personas se encuentran desaparecidas tras el hundimiento, la noche de este lunes, del buque mercante ruso Ursa Major en aguas internacionales del Mediterráneo, mientras que 14 tripulantes han sido rescatados y trasladados al puerto de Cartagena (Murcia), según ha informado este martes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
El hundimiento del mercante, que según medios rusos transportaba dos grúas portuarias y partes para la construcción de rompehielos, se produjo tras una explosión en la sala de máquinas, según las autoridades rusas.
Sin embargo, medios británicos apuntan que el buque formaba parte de una misión secreta y que se dirigía a Siria para retirar equipo de ese país tras la reciente caída del dictador sirio, Bachar al Asad.
De 142 metros de eslora y 23 de manga, el barco era explotado por una filial de la compañía Oboronlogistika, designada por el Gobierno ruso como único prestador de servicios del Ministerio de Defensa para el transporte de cargas a Crimea, el Ártico y el extremo oriente del país, según las autoridades rusas.
La Delegación del Gobierno en Murcia ha informado de que el buque partió de San Petersburgo hace 12 días y se encontraba en ruta hacia el puerto de Vladivostok, donde tenía previsto llegar el 22 de enero.
Las autoridades españolas han detallado que a las 12:15 horas de este lunes se recibió del carguero la alerta en la radio baliza de localización de siniestros cuando se encontraba en navegación en aguas internacionales, a 62 millas náuticas (115 kilómetros) entre la costa argelina de Orán y la de Águilas, en zona de rescate perteneciente a España.
Siguiendo el protocolo internacional, desde el centro de Salvamento Marítimo (Sasemar) se le indicó al barco más próximo, el mercante Oslo Carrier II, que se dirigiera a las inmediaciones del Ursa Major para ver qué había sucedido y comprobó que había sufrido una explosión en la zona de máquinas, por lo que se puso en marcha el operativo de rescate para evacuar a los tripulantes.
Fueron movilizadas las embarcaciones de Sasemar Salvamar Draco y Clara Campoamor y la patrullera de la Armada Serviola para escoltar al segundo buque de Salvamento, que evacuaron a 14 de los 16 tripulantes que se encontraban a bordo del carguero.
A la zona también se desplazó un barco de la Armada rusa, que solicitó hacerse cargo de la operación de salvamento amparándose en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, al que le fue transferido el control de los trabajos de rescate.
Este acuerdo recoge que si no está en aguas jurisdiccionales, un barco de su bandera se pueda hacer cargo del salvamento de otro de su país.
En declaraciones a EFE, el capitán marítimo de Cartagena-Murcia, Óscar Villar, ha detallado que el buque se encuentra hundido a 2.500 metros de profundidad.
Preguntado por si hubiera sido posible de no haberse hundido revisar el barco ante una posible sospecha de uso para transporte de armas, ha señalado que, según ese tratado, en aguas internacionales se prohíbe a un Estado que no sea el de bandera del buque inspeccionarlo.
El personal evacuado llegó a medianoche a Cartagena y fue atendido por Cruz Roja, que constató que estaba en buen estado, según fuentes del 112 murciano, que activó el dispositivo de atención sanitaria.
Una vez en tierra, la empresa consignataria del mercante se hizo cargo de ellos hasta que el consulado y la embajada los repatríe a Rusia.
En la zona permanece el Clara Campoamor para controlar cualquier posible episodio de contaminación marina que pudiera producirse.