El Interventor general del Ayuntamiento de Tarragona alerta del excesivo gasto previsto para el próximo año en las empresas, patronatos e institutos municipales dependientes del consistorio. Así lo pone de relieve en el informe económico del presupuesto de 2025, que ayer fue avalado definitivamente después de que el pleno rechazara las alegaciones presentadas por la CUP, formación que desde 2023 no tiene representación en la capital tarraconense.
«Dados los problemas estructurales de ingresos y gastos corrientes, así como el aumento previsto en este capítulo, deberían estudiarse medidas para organizar los servicios públicos de forma que pudiera incrementarse la eficiencia en la prestación», dice el informe del Interventor. En este sentido, pone una alternativa sobre la mesa: «una reestructuración del sector institucional» del ayuntamiento.
En su análisis, de 56 páginas, el funcionario de más rango encargado del control económico de los números del consistorio deja claro que mientras que lo que es puramente la estructura del ayuntamiento, sin la estructura satélite (las empresas, patronatos e institutos municipales), aumenta su gasto en un 2,95%, la aportación a los entes externos municipales lo hace en casi un 6,3%.
En concreto, se pasa de una inyección de 37,8 millones a 40,2 millones (2,4 más) en la Empresa Municipal de Transports, Mercats, Serveis Socials, Esports, Turisme, Mitjans, Habitatge y Desenvolupament Econòmic.
Fundació liquidada
Las observaciones del interventor sobre la estructura municipal no son nuevas. En anteriores años, su análisi ya ponía énfasis en la gestión de varios organismos, como la Fundació Tarragona Cultura i Coneixement, que el gobierno municipal liquidó en 2024, por lo que ya no aparece en las cuentas del 2025.
En varios informes, el interventor criticó la «inactividad de este ente», que principalmente debía gestionar el esperado proyecto de reforma del Banco de España como un espacio centrado en la divulgación científica de la mano de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y de cinco centros tecnológicos y de investigación.
El de la Fundació no fue, sin embargo, el primer movimiento que el Ayuntamiento ha hecho para optimizar la estructura satélite. En el anterior mandato municipal, el gobierno liderado por Pau Ricomà (ERC) ya unificó bajo un mismo NIF la Empresa Municipal de Transports con Aparcaments Municipals, de forma que ahora la misma firma lleva los buses, los parkings y la zona regulada al aire libre.
Un tercer paso se dará también en 2025. La Agrupació d’Interès Econòmic (AIE) –el ente municipal que aglutina la EMT, Habitatge, Desenvolupament Econòmic y Mitjans– inicia un proceso de «transformación» para «ganar en eficiencia». Once años después de su creación, la agrupación empresarial implantará un sistema integral de gestión y tramitación electrónica, creará una unidad centralizada de recursos humanos, coordinará políticas de comunicación y planificará de manera centralizada la tesorería y las operaciones financieras de las cuatro compañías de capital 100% municipal, a las que en el futuro podría sumarse Mercats.
Emaie
«En los presupuestos presentados, aprobados por los correspondientes consejos de administración, deberá tenerse especial cuidado en su cumplimiento, dándose cuenta de las desviaciones de estos lo antes posible que se detecten, tanto en los propios consejos como en el Ayuntamiento a fin de que se adopten las medidas oportunas, en caso de que como consecuencia se afecte a la estabilidad presupuestaria», afirma el interventor de manera global.
En el informe para 2025, el informe económico es especialmente duro con la EMT y Mercats. Sobre la primera firma, el interventor indica que «quien suscribe este informe considera que la productividad no puede incrementarse por encima de las previsiones del Presupuesto General del Estado, lo que podría suponer incurrir en responsabilidades contables».
Fuentes de la EMT indican que esta situación se arreglará «con el nuevo convenio colectivo», que justo ahora la dirección de la compañía está negociando con el comité de empresa para «adaptar este tipo de retribuciones».
Sobre Mercats, el interventor es escéptico con los gastos previstos debido a la «volativilidad» de los consumos energéticos». Mercats declinó valorar el documento.