La seguridad ciudadana en Tarragona corre peligro. La plantilla de la Guàrdia Urbana ha comunicado a sus superiores que dejará de hacer horas extras, lo que significa que los actos multitudinarios, como pueden ser la festividad de Sant Jordi o la Feria de Abril, quedarán descubiertos en materia de seguridad. El motivo, aseguran los sindicatos policiales, es que el gobierno municipal no cumple con el convenio laboral. Por su lado, el alcalde de Tarragona, Rubén Viñuales, asegura que la protesta de los agentes no solo afectará a los grandes actos, sino también a la seguridad ciudadana, a la del día a día. «Si hay un gran acontecimiento y no hay efectivos extra para controlar temas tan importantes como por ejemplo la movilidad, deberemos destinar agentes del turno ordinario», aseguraba ayer Viñuales, declaraciones que dejaban entrever que el servicio básico quedaría cojo. «Estamos trabajando con el intendente para ver como nos organizamos en los próximos días. La idea es intentar cubrir aquellos servicios que sean primordiales. Es innegable que esta situación afectará a la seguridad ciudadana», aseguraba el alcalde.
Los eventos que más se verán perjudicados serán, para empezar, los partidos del Nàstic, ya que la plantilla de la Guàrdia Urbana ya ha comunicado que no se harán horas extras para controlar la entrada y la salida de los vehículos del Nou Estadi. Cabe recordar que justo mañana hay partido, a las doce del mediodía, contra el Celta Fortuna.
El ámbito más cultural, los actos que se verán afectados son la festividad de Sant Jordi, que se centra en la Rambla Nova y que tendrá lugar el próximo martes, y la Feria de Abril, que se celebrará del 30 de abril al 5 de mayo en Bonavista. Después, ya hablaríamos de Tarraco Viva y del Festival Dixieland.
La situación es tan grave que incluso el mismo conseller d’Interior de la Generalitat de Catalunya, Joan Ignasi Elena, llamó por teléfono –durante el pleno– al alcalde Viñuales para ofrecerle agentes de los Mossos d’Esquadra en caso de necesitarlo. «Le agradezco mucho su ayuda, pero creo que debemos solucionarlo con la Guàrdia Urbana», explicaba Viñuales. Elena, a través de un tuit, se mostraba preocupado por la situación e insistía en que ponía a disposición de la ciudad los refuerzos necesarios.
Irrupción en el pleno
La guerra entre el gobierno municipal y el cuerpo de policías estalló ayer durante el pleno municipal. Poco después de las nueve de la mañana, más de un centenar de agentes de la Guàrdia Urbana irrumpía en el interior del salón de actos de la Diputació para mostrar su indignación con la actitud del gobierno. Quieren que el Ayuntamiento cumpla con un acuerdo de 2017, que representaría, entre otras cosas, un aumento del precio de las horas extras. «El gobierno actual se comprometió a aprobar las mejoras en este pleno y no lo ha hecho. Solo nos da excusas», explicaba Amadeu Bartolí, delegado sindical de CSIF.
Los policías, al grito de dimisión –dirigido al alcalde–, mostraban carteles con mensajes como Ja estem farts de paraules, volem fets, o Viñuales paga. En un momento dado de la sesión plenaria, los agentes –algunos con mascarilla, gorra y gafas de sol– empezaron a toser. De repente, sonaron sirenas desde los teléfonos móviles de los policías. Por su parte, el alcalde de la ciudad pedía respeto y les alertaba de que si no se comportaban, deberían salir de la sala.
Se vivieron momentos de auténtica tensión cuando algunos de los agentes se dirigían a Viñuales y le decían: «Alcalde, acuérdate de quién te ha puesto aquí». El rostro de la primera autoridad de la ciudad estaba desencajado. Mientras tanto, la portavoz de VOX, Judit Gómez, se posicionaba al lado de la policía. Los agentes les respondían con un Tu sí que vales.
«La Urbana tiene una responsabilidad con la ciudadanía y prometemos que este servicio no quedará descubierto, pese a que también se necesitan horas extras para poder garantizarlo. Ahora bien, todos aquellos actos deportivos, festivos o culturales, no los cubriremos con horas extras», explicaba Bartolí, quien añadía que el origen del problema es la falta endémica de agentes que hay en el cuerpo.
Por su parte, el alcalde asegura que el aumento del precio de las horas extra se encuentra en plena tramitación. «Ya hemos dado la instrucción de solucionarlo, pero lo procedimientos son como son y la propuesta está ahora en fiscalización», explicaba Viñuales, quien añadía que «de hecho, con la reestructuración del cuerpo ya teníamos previsto un ahorro de 180.000 euros para no tocar la masa salarial y poder llevar a cabo el incremento». Viñuales se muestra esperanzado mientras los agentes no quieren enterrar el hacha de guerra.