Las personas sin hogar de la ciudad cuentan desde ahora con un centro de día. El local, situado en la calle Smith, forma parte del Punt d’atenció a les Persones Sense Sostre (PASS) del Institut Municipal de Serveis Socials de Tarragona con el cual, de hecho, está conectado físicamente.
Se trata de un servicio ampliamente demandado por las entidades sociales de la ciudad y que comenzó a ser proyectado por la anterior concejala de Serveis a la Persona, Carla Aguilar, tal como recordaba ayer durante su apertura la actual titular, Inés Solé.
Se trata, no obstante, de una prueba piloto que inicialmente solo funcionará en tres turnos a la semana: los lunes por la tarde y los miércoles y viernes por la mañana.
De la gestión se encargará Creu Roja, que ya contaba con un servicio similar en su sede de la Avinguda d’Andorra. Tal como apuntaba Eduard Martin, adjunto a la coordinación de la entidad, se trata de un servicio que todavía deberá ampliarse tanto en horas de apertura como en espacios, pero que espera que sea «un embrión dentro del extenso plan de trabajo en la ciudad». El hecho de que el nuevo equipamiento se encuentre en el centro de la ciudad es un valor añadido, teniendo en cuenta que la mayoría de los usuarios del PASS (más del 90%) está en el centro.
Duchas y ropa limpia
El nuevo espacio está compuesto por una sala con mesa y sillas, así como un escritorio con ordenador con conexión a internet. Se trata de un servicio crucial para que los usuarios puedan mantenerse conectados y hacer trámites, como explica Antonia García, técnica coordinadora del PASS.
En la sala, con capacidad para 14 personas, hay además una nevera y un microondas, así como una estantería con zapatos y algunas piezas de ropa, como unas bufandas tejidas expresamente por mayores de una residencia.
También cuentan con consigna, enchufes para cargar los móviles y una zona para lavar la ropa, así como un baño y una ducha.
La idea, además, es ampliar la atención que se ofrece. Para ello contarán con un integrador, un trabajador social y tres educadores sociales del PASS.
Con paga y en la calle
Explica García que actualmente muchas de las personas que atienden en el PASS tienen alguna prestación económica, pero cobran tan poco que les es imposible acceder a un sitio donde vivir.
En el último recuento realizado en la ciudad, en noviembre de 2021 se encontró a 77 personas durmiendo en la calle. La concejala Inés Solé apunta que el centro de día es un paso más en la estrategia municipal para abordar el problema; una estrategia que se coordina con la Xarxa d’atenció a personas sense sostre de Tarragona en la cual se encuentran 22 entidades que se dedican a atender a este colectivo en la ciudad. También se han puesto en marcha dos pisos de inclusión, uno para mujeres y otro para hombres.
Solé lamenta, no obstante, la escasa financiación con que cuenta el municipio por parte de la Generalitat de Catalunya para esta tarea. Una financiación que, además, proviene de los fondos Next Generation lo que condiciona su continuidad, señala. «La Generalitat no se puede descargar de responsabilidad y cargarla sobre los entes locales», señaló, a la par que puso en valor la labor de las trabajadoras sociales pese al «colapso» del sistema de protección social.