Descubierto el embarcadero industrial de Tarraco

El Institut Català d'Arqueologia Clàssica (ICAC) apunta que la piedra de la cantera del Mèdol llegó por mar y no por tierra hasta la urbe. El puerto está en la Punta de la Móra.

01 junio 2017 10:58 | Actualizado a 24 noviembre 2017 19:59
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Jordi López, investigador del Institut d'Arqueologia Clàssica de Catalunya (ICAC), con sede en Tarragona, es gran conocedor del territorio. En uno de sus paseos por el Bosc de la Marquesa se paró casualmente en la zona de la Roca Plana, a un extremo de la playa nudista de Calabecs (Waikiki). Desde el acantilado observó la Roca Plana con ojos científicos y se preguntó si aquello no tenía forma de embarcadero.

De este descubrimiento por casualidad nació la investigación que este mediodía se ha presentado justo en el mismo punto del Bosc de la Marquesa. El ICAC ha explicado que la salida de piedra del Mèdol hacia Tarragona, entre los siglos II antes de Cristo y II dc, se haría por mar y no por tierra tal y como se había pensado hasta la fecha.

Para terminar de moldear la hipótesis de López, el ICAC contó con la investigadora Anna Gutiérrez, de la Universidad de Burdeos, y Gerard Martí, arqueólogo y director del Museu d'Història de Cambrils.

Mientra López estudiaba la Roca Plana y sus características, Anna Gutiérrez analizaba el transporte, el camino y los sillares y Gerard Martí experimentaba si técnicamente una embarcación de vela de hace dos milenios podía manejarse bien para el transporte industrial.

Entre los tres han explicado hoy al pie del embarcadero la teoría de porqué la piedra del Mèdol salía por mar y no por la Via Augusta hacia Tarraco.

La primera razón sería económica. El transporte por mar era más barato que por tierra y una necesidad inferior de mano de obra, carruajes y animales de carga. Se estima que el coste se reduciría un 40%, explicó Martí.

El transporte marítimo era más rápido, efectivo y barato

De hecho, él comprobó con su embarcación de vela los vientos, las corrientes y la posibilidad de llegar a tierra para atracar, cargar y salir. Martí recordó que eran barcas de carga, sin cubierta y posiblemente de unos 20 metros de eslora por 3 de manga (anchura).

La vela era cuadrada y sin posibilidad de maniobrar, por lo que la tripulación jugaba con los vientos de popa y remos para recorrer las distancias a pocos metros de la costa. Incluso, en algunos tramos podían ser arrastrados por una cuerda si no había condiciones meteorológicas favorables.

Las embarcaciones eran de vela, de unos 20 metros de eslora por 3 de manga

El embarcadero de la Roca Plana tiene una longitud de 75 metros por unos 5 de ancho. Hace 2.200 años el nivel del mar era unos 70 centímetros más bajo, apuntó Jordi López, y no había arena, por lo que la altura entre el muelle y el fondo marino estaría en unos dos metros.

La roca si se mira detenidamente, explica el arqueólogo, se ve que está retocada por el hombre, sus líneas rectilíneas y su rebaje para que sea plana son una prueba más del interés romano en convertir aquella roca en el mar en un muelle de carga, dice López. Incluso hay perforaciones rectangulares que podrían ser el encaje de grúas de madera para colocar la carga en la bodega de la barcaza.

El camino y la exploración subacuática

La excavación arqueológica en la Pedrera del Mèdol, en 2013, permitió estudiar a fondo esta cantera y preservar uno de los símbolos únicos que tiene, la aguja de piedra de 16 metros que aporta una idea de la cantidad de material extraído.

Con la teoría de que la piedra del Mèdol salía por mar, falta conocer qué ruta utilizaban los romanos para transportarla hasta allí. La distancia entre la cantera y el agua es de 900 metros en línea recta y la teoría es que se construyó un camino de arena compacta para transportar la piedra hasta el muelle.

Joan Gómez, director del ICAC, ha apuntado que uno de los proyectos siguientes es buscar este camino de unión entre la cantera y el muelle y poder excavar para conocer más detalles de este descubrimiento. Además, también se planteará una excavación subacuática para ver si hay indicios o materiales que refuercen esta teoría.

De hecho, la orografía actual entre el mèdol y el muelle en la Roca Plana era diferente hace 2.000 años y se supone que era un recorrido relativamente llano sólo con un último montículo antes de llegar al mar. Como sólo era un uso unidireccional, refuerza la teoría de que los romanos apostaran por esta vía de transporte.

Los tres arqueólogos señalan que sería el único puerto industrial propiamente romano en el Mediterráneo Occidental y de una gran colonia como Tarraco. Hay otros muelles más pequeños en las costas de Grecia, Croacia y Turquía, pero con canteras menos importantes como la del Mèdol. 

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