Villablanca ha presentado este jueves 18 de julio la remodelación del edificio Pirineus, situado en el término de Reus y que acoge a personas con discapacidad intelectual y con problemas de salud mental. Todo ello, se enmarca en las tareas de modernización de los diferentes centros residenciales del ente. En el caso que nos ocupa, han dicho esta mañana la gerente de Villablanca, Cori Rodríguez, la directora asistencial, Àngels Ortega, y Raquel Ramo, coordinadora, es que «estas instalaciones renovadas, que se estrenaron hará cinco meses tienen como objetivo dar más confort a los usuarios residentes, así como más individualidad, autonomía e intimidad, y en unidades de convivencia más pequeñas es más fácil de llevar a cabo». Y es que, si antes la zona de habitaciones era compartida, ahora las habitaciones son individuales, con dos y tres camas, incluso con algunas de matrimonio. Y es que, como ha incidido Rodríguez, por ejemplo, «hay parejas, también, en la residencia y es importante darle también su espacio».
La remodelación ha dado pie a crear nuevos espacios más diáfanos y ha significado, también, a reducir la cantidad de personas acogidas, que «ahora es de 35». «Esta nueva distribución nos permite dar una atención más individualizada, los modelos asistenciales van más allá del tocho, con lo que hemos intentado conjugar muchas cosas, con unidades de convivencia más fáciles», ha detallado Ortega.
Esta atención individualizada permite «atender mejor a diferentes perfiles, teniendo en cuenta sus necesidades específicas. Esta distribución aporta dar más seguridad y confianza y en determinadas áreas se pueden llevar a cabo proyectos dentro de la comunidad».
El envejecimiento de los residentes también es un tema que está sobre la mesa. En palabras de Ortega: «Tenemos en cuenta que hay una serie de personas que se han hecho mayores aquí y si una persona, al hacerse mayor en condiciones normales, por decirlo así, se vuelve más dependientes, en una persona con diversidad funcional, este factor será más pronunciado».
Actividades comunitarias y trabajo específico de la sexoafectividad
El fomento de las actividades comunitarias, por otro lado, «no es tarea fácil, una persona con trastorno mental no está siempre igual, y tenemos que adaptarnos continuamente». Por ello, están las tres de acuerdo, «el espacio es tan importante, hemos ganado más luz, y eso se nota y se valora». Ramo, por su parte, ha destacado el espacio exterior de terraza, donde «las partes norte y sur de Pirineus de alguna manera se conectan. Este es otro espacio importante, incidimos en que el lugar es más diáfano. En apariencia todo es muy simple, pero todo tiene un porqué».
Ramo, añade, en otro orden de cosas, que «realizamos un trabajo específico de sexoafectividad formando a los trabajadores, y la modificación de las instalaciones nos ayuda a trabajarlo todo mejor, a pesar de que llevamos mucho tiempo con ello en marcha». Ortega ha terciado, a su vez, que «vivir en una residencia no tiene por qué ser limitante, dormir con tu pareja tiene que poder hacerse, abordamos este asunto de cara, a pesar de que siempre es delicado, pero tiene que poder hablarse de ello». Garantizar los derechos sexoafectivos de los usuarios residentes dando información y acompañamiento a los propios usuarios convierte al trabajo en pionero, han informado tanto Ortega como Rodríguez y Ramo.
Evitar problemas convivenciales
Ortega ha manifestado que «veníamos de habitaciones más comunitarias y creemos que la clave de la remodelación, más allá de los espacios en los que se hace vida, son las habitaciones, y es que si cada uno tiene su espacio se evitan muchos problemas convivenciales». Dentro de la autonomía que han podido ganar los usuarios también hay que destacar la decoración de las paredes por parte de los usuarios, «que se hacen el espacio suyo».
Villablanca es un área del Grup Pere Mata que atiende a personas con necesidades asistenciales diferentes. Estas están distribuidas en el área de discapacidad intelectual y el de salud mental y, a partir de aquí, existen: servicios residenciales (como las residencias El Bosc, Maricel, Marinada, Mestral y Garbí); servicios de atención diurna; los especializados en discapacidad intelectual y salud mental (UHE-DI, SESM-DI y la residencia Àtria, para menores con discapacidad intelectual y trastornos del desarrollo); y, por último, los servicios de salud mental y larga distancia, donde estaría la Unitat Montsant, por un lado, con los espacios Rosella, Ginesta y Ramoní y Farigola, y, por otro, la Unitat Mediterrànea-Pirineus con dichas residencias con ese mismo nombre, siendo la última la que nos ocupa.
(Seguirá ampliación)
