Las conexiones de transporte público con el Aeropuerto de Reus se refuerzan año tras año, pero llegar a la infraestructura no deja de ser misión imposible. Por ejemplo, alguien de Tarragona ¿cómo lo hace? No hay conexión directa. De hecho, solo hay tres líneas de bus que conecten el aeropuerto con el territorio: dos son trayectos con los municipios de la Costa Daurada (La Pineda, Cap Salou, Salou, PortAventura y Cambrils); y una con Barcelona Sants. Además de la línea L50 del bus urbano, que une el aeropuerto con el centro de Reus.
En cuanto al tren, por ahora va por largo. Y es que la futura estación intermodal del Camp de Tarragona (proyectada entre Vila-seca y Reus) tendría que representar la esperada conexión ferroviaria del Aeropuerto de Reus y, de allí, una lanzadera con Barcelona, pudiendo actuar Reus como cuarta pista.
Mientras esto no suceda, el autobús seguirá siendo el único transporte público de pasajeros que llega a las instalaciones aeroportuarias y, por ahora, no acaba de convencer a los usuarios. Sobre todo, aquellos que tienen la opción del coche.
«Suelo pedir que me lleven o me recojan», dice Marta Guinovart, vecina de Reus que actualmente vive a Dublín, y así también lo comenta Mar Olivella, de L’Hospitalet de l’Infant que vive a Mánchester. El motivo lo tienen claro: «No hay autobuses», y añade: «Veo siempre taxis en movimiento, pero de buses, apenas he visto alguno en las horas de llegada».
Hace años que la Generalitat de Catalunya refuerza cada verano las operativas de autocares del Aeropuerto de Reus y, especialmente, desde 2019. Ese año, la línea de la Costa Daurada fue desdoblada, con trayectos más cortos y, desde entonces, se ha mantenido en dos líneas. De hecho, este verano hay un 20% más de expediciones con los municipios costeros, respecto dos años atrás; y también crecen los buses que conectan con Barcelona Sants, casi un 50% en un par de años.
Pero como comenta Mar, «lo que tendría que haber es un bus esperando cuando llega el vuelo, como pasa en otros aeropuertos». En Reus, se refuerzan los buses en las horas donde hay previsión de movimientos. Pero son líneas regulares, por lo que no van directamente sujetos a los vuelos, y los buses suelen arrancar sin pasajeros. Más aún si el avión va con retraso.
Otra opción que tienen los pasajeros es contratar con anterioridad VTC o autocares –una opción que suelen utilizar los usuarios de turoperador– o también usar un taxi, sobre todo entre los turistas que se dirigen a municipios de la costa, como Salou o Cambrils. Los que tienen Barcelona como destino final buscan alternativas más económicas, como el bus o el tren (previamente tienen que ir a Reus con el bus urbano).
«Los taxis están muy bien organizados», señala Marta. Pero «creo que el coste para ir desde el aeropuerto al centro de Reus es muy elevado», opina, y explica que llegar al centro de Reus «puede costar entre 20 y 25 euros».
257 expediciones a la costa
Sobre los buses entre el Aeropuerto de Reus y la Costa Daurada hay, en total, 257 expediciones semanales este verano. Concretamente, 71 conectan la infraestructura con Cambrils (pasando también por PortAventura y Salou) y 58 a la inversa. Otros 70 buses semanales unen el aeropuerto con La Pineda. Un trayecto que también recorre Salou y Cap Salou. A la inversa, hay 58 expediciones. En ambos casos, el titular del servicio es la empresa Plana.
En cuanto a la conexión con Barcelona Sants, el servicio lo presta Monbus y son 83 expediciones semanales: 43 hacia Barcelona y 40 hacia el Aeropuerto de Reus.
«Los VTC no podemos recoger a la clientela en las puertas de la terminal, nos multan»
Con el Aeropuerto a pleno rendimiento, decenas de taxis esperan en las puertas de la terminal la llegada de pasajeros que reclamen su servicio. Tienen un amplio espacio reservado «que pagamos», recuerda un conductor que está en la zona. En paralelo, de vez en cuando, aparecen vehículos de turismo con conductor (VTC), que paran brevemente para dejar o recoger a clientes que previamente han contratado el servicio. Rápido, se ponen en marcha porque saben que si llega la policía, pueden multarles. «El año pasado, fueron 900 euros de multa», señala Giovanni, del sector VTC. Trabaja habitualmente en el Aeropuerto de Reus, donde los VTC tienen espacio reservado dentro del parking. «Tenemos que pagar el aparcamiento», lamenta Giovanni, que reclama disponer de área reservada en una zona más próxima a las puertas de acceso de la terminal. Ahora, «el cliente tiene que andar un buen tramo y recibimos reclamaciones precisamente por eso, por no dejar o recoger los pasajeros en la puerta», como sí puede hacer el taxista.
«La gente tiene que cargar con las maletas... O también hay quienes tienen movilidad reducida y los obligas a desplazarse», detalla. Giovanni lo tiene claro: dice estar dispuesto a pagar por una zona reservada más próxima a la terminal, «lo que sea, pero que nos dejen trabajar prestando un mejor servicio». «Hay espacio de sobra en la zona», exclama mientras señala toda un área, en principio destinada a autobuses, pero que dice estar infrautilizada.
Explica que la reclamación la ha hecho a Aena, pero que siempre ha obtenido negativas. Por su lado, Aena expone al ‘Diari’ que «los taxis, por su condición de ‘servicio público’ (así consta en el Real Decreto-ley 5/2023), disponen de paradas o carriles exclusivos en las ciudades y en los equipamientos», mientras que VTC no.