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Nueve meses de limbo en Reus: «Uno se va de su país buscando un futuro y se ve sin nada»

Una treintena de jóvenes de Senegal solicitantes de asilo y alojados en el Hotel Quality denuncian estar atrapados en la fase cero del programa de protección, solo con cama y plato. Muchos son pescadores. Quieren «empezar una vida»

28 mayo 2024 20:09 | Actualizado a 28 mayo 2024 20:18
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Eran cerca de 50 jóvenes llegados desde Senegal en un duro periplo por mar que los llevó hasta Canarias y, de allí, al Hotel Quality de Reus. De eso hace ya nueve meses.

Ahora quedan una treintena, cada uno con su historia y su mochila: cuando habían hecho piña, cuentan, el Gobierno reubicó al resto en otros alojamientos de Salou o Tarragona. Son solicitantes de asilo. Denuncian verse atrapados en una especie de limbo del programa de protección internacional del Ministerio de Inclusión, una fase cero que se limita a ponerles cama y plato y que «no nos deja avanzar».

«Solo podemos dormir, comer y volver a dormir hasta el siguiente día. Eso no puede ser. Queremos tener un futuro aquí, trabajar de lo que sea, empezar una vida», explica uno de los chicos, de 31 años y que prefiere permanecer en el anonimato.

Aunque muchos de sus compañeros son pescadores, él apunta que estudió contabilidad e informática. Una vez aquí, se ha formado como mozo de almacén, carretillero, y expresa que «quiero un puesto y no me importa de qué».

Reus Refugi ha estado acompañando a los jóvenes y ofreciéndoles formación y orientación mediante el apoyo de voluntarios. «No se les da derecho a nada más que a techo y comida. Si tienen zapatillas y ropa es porque la ciudadanía de Reus se lo ha facilitado», apunta Charo Romano, miembro de la entidad.

Reus Refugi afirma que la acogida, que en este caso es gestionada por Creu Roja, no atiende a los derechos de estas personas y resulta «un atentado a su dignidad», en tanto que esa fase cero «debe durar un máximo de tres meses, pero ya van nueve». Pasar a la fase 1 o la 2 representaría evolucionar hacia la «incorporación progresiva a la sociedad».

La plataforma ha presentado denuncia ante la Síndica de Greuges municipal, el Defensor del Pueblo y el Departament d’Igualtat i Feminismes de la Generalitat. Y sostiene que «el Ayuntamiento de Reus también alega» que los jóvenes «no pueden empadronarse porque es muy probable que acaben por marcharse del municipio».

Fuentes de Creu Roja consultadas destacan que la institución cumple con la cobertura y que el grupo no avanza debido al colapso en las fases posteriores, de las que la responsabilidad recae en el Ministerio. Aseguran, además, que en la fase cero del programa de protección internacional no corresponde el empadronamiento. Este rotativo intentó, sin éxito, contactar con el Ministerio.

Desde el Ayuntamiento indican que «estamos en contacto con la Subdelegación y con Creu Roja, responsables de los servicios de atención» y «según la Subdelegación, se trata de personas en tránsito y en movimiento, que en cualquier momento se les puede mover de sitio». «Sabemos que reciben la atención correcta de la Creu Roja y hemos colaborado con la entidad en lo que ha sido necesario» y «lamentamos la situación y pedimos que se acelere la solución», añaden.

«La situación es dura»

El presidente de la Associació de Senegalesos de Reus, Papa Mayoro Dia, defiende que «los chicos tienen que poder seguir adelante, llevan ya nueve meses esperando, ni siquiera les enseñan a hacer un currículum y no tienen papeles, la situación es realmente dura y no se puede alargar. Uno deja su país, viene aquí pensando que tendrá una vida mejor y se ve sin nada».

«Quieren desarrollar su proyecto, tener su asilo... Y les da miedo que les echen», concreta. Los hay que vienen huyendo tras haber vivido persecuciones en Senegal y «cada uno tiene lo suyo».

El chico de 31 años, que dejó atrás su país de origen por «problemas políticos» y llegó a Canarias completamente solo, insiste en que «queremos tener un trabajo, una casa... Tener una vida normal, comenzar una nueva vida».

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