Esta semana hará un mes desde que el Ayuntamiento de Reus anunció la puesta en marcha del plan de choque de la limpieza en 18 zonas de Reus, medida que se prolongará hasta que acabe agosto. Los vecinos, por lo pronto, agradecen que se haya habilitado un refuerzo en la limpieza, «algo se ha notado, sobre todo, al principio», pero piden un «seguimiento diario»: «Lo que se limpia se vuelve a ensuciar rápidamente y no hay un mantenimiento periódico». Esto lo dicen por las acciones incívicas que, cuentan, se producen en «la mayoría» de los barrios, porque «es algo global, y entorpecen todo lo que se avanza» en materia de limpieza.
A modo de recordatorio, el servicio de limpieza extra tiene una partida económica de 50.000 euros y 10 son los trabajadores destinados a hacer el refuerzo –de los cuales ocho son de nueva contratación–. La medida adicional, coordinada además con las brigadas de parques y jardines, se lleva a cabo paralelamente a la habitual y por las tardes.
El presidente de la asociación de vecinos (AV) del barrio Montestir, Alfonso Berbel, valora que tras la tanda inicial «no hemos vuelto a notar nada, porque de las primeras limpiezas, hace alrededor de 10 días, habría que haber un seguimiento diario en todas las calles del barrio». Nombra, por ejemplo, que las papeleras están llenas «a rebosar», repletas de basura que «se cae por el suelo y da mala imagen». Este factor, el de la suciedad, «afecta a la sociedad del barrio, porque no parece que se limpie a menudo, habría que impulsar acciones diariamente». Y esto Berbel lo dice, sobre todo, por el incivismo de la gente: «Los parques se llenan de latas de refresco que las personas no tiran a la basura y las dejan en el suelo».
Suciedad en la vía pública
Pero es que el asunto no acaba aquí, el presidente de la AV del barrio Monestir determina que hay incluso dueños de perros, que no recogen los excrementos de su mascota «y los dejan en la vía pública». «Avisamos a la Guàrdia Urbana, con la que tenemos hilo directo, que es muy efectivo y ofrece una solución muy rápida, pero el incivismo de la gente es un gran problema», lamenta.
Hay que estar encima de la limpieza que se realiza –recalca el representante vecinal– y, «en la asociación, alguna vez nos hemos puesto en contacto con algún integrante encargado de limpieza, cuando vemos algo preocupante o muy sucio, le avisamos; es efectivo, pero es algo que se arreglaría con un seguimiento». Y es que añade, también, que cuando hacen «solicitudes telemáticas, pidiendo arreglar cosas, tardan más», con lo que «llamar a las personas que se encargan de los servicios directamente es, en ocasiones, lo más efectivo».
«Aunque apreciamos el trabajo de los operarios, con una limpieza cada 15 días no es suficiente, no ganamos nada», expresa Berbel finalmente, que señala que «el casco antiguo no tiene nada que ver con los barrios, estos últimos están más deteriorados».
En agosto, en pausa
El presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, manifiesta que, como toda ciudad en agosto, «todo permanece en stand by y mucha gente está fuera de vacaciones, con lo que no me han llegado críticas vecinales relacionadas con el servicio de limpieza extra». De hecho, sobre la poca actividad que hay en la calle, el presidente de la AV del barrio La Mineta, Xavier Panisello coincide con Massó: «En nuestra zona, no es que tengamos los atractivos de la zona del centro de Reus y, por ello, no tenemos a muchos turistas circulando por aquí; en agosto todo está muy parado y la mayoría de vecinos se ha marchado de vacaciones». Incluso, «aparcas el coche sin problemas». Otro apunte que realiza Panisello, sobre los planes de choque, es que «aunque solventan la limpieza durante un momento en concreto, es algo que se tiene que mantener, porque si no es solo un parche». En materia de incivismo, reconoce que «todos los barrios lo sufrimos».
Por otro lado, la presidenta de la AV del barrio Fortuny, Cori Balanyà, describe que las primeras actuaciones de limpieza fueron «perfectas», aunque «podrían ser más asiduas, tal vez algún operario esté de vacaciones y por eso se vea menos movimiento». «Se nota que debería haber más limpieza porque la gente, además, está mucho más tiempo en la calle y la más incívica se hace notar mucho más con diferentes acciones que hay que ir vigilando», aporta. Ella ve «una ciudad muy dejada por el incivismo generalizado».
Como se apuntaba antes con la Guàrdia Urbana, Balanyà confiesa que «es muy útil saber que puedes llamar a alguien del cuerpo y que pueden acudir a ayudar rápido». «Cuidar las zonas verdes y velar porque el barrio esté en mejores condiciones» lo considera indispensable, sobre todo, «porque los vecinos del barrio, años atrás, invirtieron mucho en él, hay que continuar haciéndolo».
Falta de espacio en el que aparcar
El presidente de la AV del barrio Monestir, Alfonso Berbel, expresa (al margen del asunto de la limpieza) que les hace falta espacio de aparcamiento, «algo que ha pasado siempre». «Deberían actualizar algunas plazas, como las que usan las personas con movilidad reducida. Hay mucha gente que ya no está y el asunto podría reorganizarse», indica. La cuestión de la falta de espacio es algo que ha venido destacando la entidad vecinal desde hace tiempo. A modo de anécdota, cuando la sedera del barrio estaba próxima a derribarse, en 2016, entre otras opciones, la concejalía de Urbanisme de entonces barajó la opción de construir, en el vacío que dejara, una zona verde y un aparcamiento. Todo quedó en papel mojado, pues fue un supermercado lo que se instaló allí.