«Cojo la Ganxeta cada día para ir hasta mi trabajo en la avenida de Marià Fortuny. Me viene genial. Otras veces la uso para ir a la zona de la Fira. Nunca le veo averías pero, si las hubiera, es posible dar aviso para que las reparen. Es mejor que el coche porque me gusta entrenar y con ella, además, me muevo algo», explicaba ayer Jésica Márquez, vecina de Reus de 32 años, mientras dejaba su bicicleta en el Raval de Jesús.
La que emplea cuando acude al centro comercial, la del Parc de Sant Jordi, es una de las siete estaciones de la Ganxeta que el Ayuntamiento distingue como las que más inicios de viaje han registrado desde que se puso en marcha el servicio, en enero. La que más es la de Les Oques, con 4.296, seguida por la de Renfe –estación de trenes–, con 3.630, y precisamente la del Parc Sant Jordi, que acumula ya hasta 3.484.
Por detrás, aunque también con cifras altas, quedan la estación de Jardins de Reus (3.468 inicios de trayecto), Llibertat (2.890), Biblioteca Xavier Amorós (2.844) y Raval de Santa Anna (2.799). Así, las zonas donde más está empezando a triunfar la Ganxeta se localizan en el norte y en el centro de la ciudad.
En total, el nuevo sistema público de bicicleta compartida acumula unos 5.600 usuarios validados, que han realizado hasta el momento 50.000 desplazamientos.
El Ayuntamiento ya dio a conocer, a finales del pasado mes de julio, el perfil del usuario: un 60 % de los más activos tienen entre 14 –para los menores de 16 es obligatorio llevar casco– y 30 años, son jóvenes. Asimismo, detalló el tiempo medio del recorrido, que actualmente rondaría los 8,5 minutos.
«Si te pasas de la media hora, hay una multa, así que estoy siempre muy atenta a devolver la bici dentro del margen que dan», señalaba ayer Márquez. Para circular, «los carriles bici están bastante bien y ponen las cosas suficientemente fáciles. No es costoso, en general, llegar de un punto a otro de la ciudad», especificaba la ciclista.
El descuento del 50 % en todas las modalidades de subscripción mensual sigue vigente. El tíquet de 24 horas se mantiene a un euro al día pero las suscripciones cuestan la mitad: la mensual se queda en 4,5 euros, y la Ganxeta Jove y la Ganxeta Daurada hasta los 3 euros.
El servicio opera las 24 horas del día, los 365 días del año, con 250 bicicletas que descansan en 21 estaciones repartidas por el municipio, siempre dentro de la trama urbana. Es lo que se ha desplegado en la primera fase de la implantación de la Ganxeta, la que funciona ahora.
En el taller de la calle Joan Martell, el personal controla a tiempo real que la Ganxeta funcione como un reloj. Hasta el momento, la mayoría de reparaciones se centran en «cuestiones derivadas de un uso normal: un pedal, un freno, la cesta...», apuntaba Leo Blázquez, responsable tecnológico de Reus Mobilitat i Serveis, en una entrevista reciente con el Diari. El nivel de detalle del mantenimiento alcanza hasta la pintura. Las ruedas son macizas, no se pinchan.
Nuevas estaciones
La Ganxeta acaba de ampliar, hace algunas semanas, la capacidad de sus estaciones ubicadas en Sant Francesc y en la Renfe, que ahora pueden albergar más bicicletas para aumentar la fluidez a la hora de anclar y desanclar. Además, pronto se construirá una nueva muy cerca de la calle del Roser.