Los trabajos para peatonalizar el tramo del Raval de Santa Anna entre la calle de Santa Anna y la plaza de Catalunya se han paralizado, tal como ya se anunció, coincidiendo con el encendido de luces y el inicio de la campaña comercial de Navidad. La finalidad es que la actuación urbanística no condiciones las ventas, en este momento en que se prevé una mayor afluencia de clientela. Las vallas y el instrumental de obra se han retirado en esa parte pero no en la calle Salvador Espriu, donde la maquinaria sigue.
Los trabajos de la segunda fase se adjudicaron a la empresa García Riera por 721.890,99 euros IVA incluido. En principio, la reforma seguirá la línea de la que se llevó a cabo entre la calle de Santa Anna y la plaza Prim, también en cuanto al mobiliario: parklets, sillas, bancos y papeleras, mesas y aparcamientos para bicicletas.
El alumbrado público se renovará y se instalarán cuatro grandes focos frente al museo. Se mantendrá el arbolado existente. En la calle Salvador Espriu, donde se debería seguir permitiendo el paso de vehículos hacia el parking que hay, las diferentes áreas se separarán con jardineras. Las labores que se han puesto en pausa se retomarán pasado Reyes.
A la espera de una «buena» campaña
En cuanto a las ventas de estas fechas en el conjunto de la ciudad, las entidades comerciales prevén que «sean buenas» pese a la bajada del poder adquisitivo, son optimistas porque «en noviembre ha habido movimiento» y piden a los clientes que «apuesten por la proximidad». Confían en que el anuncio de nuevos Bons Reus sin calendario no lleve a los clientes a esperar, teniendo en cuenta que lo que es seguro es que no se emitirán al menos hasta después de las fiestas.