La transformación del barrio del Carrilet de Reus, un proyecto de «envergadura» presentado por el actual gobierno, busca crear una «nueva centralidad» en la zona sur, y los comercios de la calle del Escultor Rocamora, una de las calles próximas a la estación de autobuses, dicen que el tema le hace surgir incógnitas. La iniciativa, que contó con proceso participativo ciudadano, les genera «dudas», especialmente, porque se trata de un proyecto que trasciende el mandato actual: «¿Y si sale un nuevo gobierno que no quiere quitar el Mercat del Carrilet de donde está?».
Los negocios piden que se les tenga en cuenta en el futuro, que se les impulse de algún modo, y piden sobre todo más espacio de aparcamiento. A grandes rasgos, lo que busca este proyecto de transformación urbana y de nuevos equipamientos en el barrio es –habiendo dejado despejado el espacio en el que está el Mercat del Carrilet, abierto hasta el 2024– ubicar allí un equipamiento pensado para los vecinos en el que haya «mucha vida cotidiana». La finalidad es generar cohesión social en el barrio y en el conjunto del municipio, así como otros espacios pensados para usos culturales y juveniles.
Además, se contempla reurbanizar la zona apostando por la peatonalización y conectar norte y sur, garantizando la movilidad sobre ruedas. Se integraría, así, la bicicleta y los vehículos de movilidad personal, aunque dando prioridad al peatón. Los espacios públicos acogerían zonas verdes con vegetación autóctona, también. El proyecto contempla, además, el denominado Espai Mercat, cuya naturaleza sería la venta y la degustación de comida fresca y producto local.
La iniciativa también incluye una nueva estación de autobuses con vocación intermodal. La transformación apostaría por suprimir las barreras arquitectónicas y por la edificación sostenible.
El ámbito de actuación del proyecto de transformación afectaría: el Mercat del Carrilet, la estación de autobuses, el tramo de la avenida del President Macià hasta la fachada del Parc de Mas Iglesias; y, en el norte, limitaría con la calle del Escultor Rocamora, el cruce con la avenida de Pere el Cerimoniós, y la avenida del Carrilet, hasta enlazar con el paseo de arrabales por las calles de Pintor Bergadà y de Pàmies.
¿Qué dicen los negocios?
«La calle Escultor Rocamora está dejada, queremos que la cuiden, que la limpien, y más aparcamiento. Nos gustaría que, en esa transformación, se impulsara el negocio de proximidad de esta vía», comenta el gerente del Bar-Restaurante La Toscana, Antonio Varela, quien dice que lleva trabajando allí desde el 1999 y «he visto cómo ha evolucionado la calle».
La primera impresión
Varela expresa que su negocio es un lugar de encuentro, al que acuden numerosos vecinos de la zona. «Tenemos una historia aquí y estamos aún tras la barra porque la restauración nos gusta, espero que la transformación del barrio nos traiga cosas buenas», manifiesta. De hecho, expresa que el Mercat del Carrilet atrae a «mucha gente» y eso lo nota. La estación de autobuses, especialmente en verano, «trae a muchos turistas, que pasan por nuestra calle».
El gerente del Bar-Restaurante La Toscana dice que es «imprescindible» que se embellezca la vía, que se le dé un aire nuevo: «La calle es lo primero que ve la gente que viene a Reus desde la estación de autobuses, es la primera impresión con la que se quedan». La estación de autobuses, a día de hoy, presenta «un aspecto precario y el espacio de deportes que hay allí, es peligroso», porque los jóvenes juegan con la pelota y, «fácilmente, se les escapa por donde circulan autobuses». Señala que «hay que ir con cuidado y mejorar aspectos de seguridad como esos».
Uno de los aspectos que Varela cree «indispensables», por otro lado, son los espacios de relación: «Si con esta transformación se crea un albergue para estudiantes o espacios para los vecinos, en los que se fomente la inclusión, nosotros lo aplaudimos». Varela pide, eso sí, que se dinamice más la zona, «que localicen aquí eventos multitudinarios, para que no todo se quede en el centro».
Preguntado por la creación de un carril bici en la calle Escultor Rocamora, Varela dice: «No pasan bicicletas suficientes por aquí, no creo que poner un carril sea necesario». Con esto también está de acuerdo Teresa Roig, del negocio Terra Veterinària, quien dice que la «transformación debería ir de la mano de las necesidades que tiene la gente que vive y trabaja en esta calle». «Lo que necesitamos que se impulse es su cuidado y mantenimiento. Hay jardineras con plantas descuidadas y detalles como ese dan mala imagen», destaca Roig.
Facilitar el aparcamiento en el barrio, como había abordado Varela, es otra de las peticiones que Roig pone sobre la mesa: «No hace falta que tengamos kilómetros y kilómetros de carril bici, tenemos que apostar por lo que Reus ha sido siempre, un lugar en el que se compra paseando y donde hay muchos coches, también. Pero lo que es Reus es un centro comercial al aire libre, habría que conservar esa esencia».
Desde la tienda Calzados Luceño, Fernando Fernández expone que «el Mercat del Carrilet nos trae mucha gente, es una lástima que quieran quitarlo de aquí». «Quieras o no, el mercado mueve a gente de está de paso hacia aquí, pasan por delante del escaparate y se detienen». Explica, también, que en invierno, cuando anochece antes, «ya no pasa nadie por la calle y es importante que haya actividad». «También conocemos a gente que trabaja en el Mercado de Marchantes del Carrilet y también se verá afectado por el traslado», lamenta Fernández.
Los carriles bici, por contrapartida, «no nos ayudarán, solamente nos quitarán espacio». El comerciante valora, sobre la transformación, que «tiene que mirar por los emprendedores y vecinos que estamos aquí, por sus necesidades, que se tienen que respetar».