«El Ayuntamiento quiere que la gente use más el transporte público, pero a nosotros nos obliga a coger el coche, a contaminar y a pagar parking», lamenta la presidenta de la Associació de Veïns Blancafort, Elena Mestres. La urbanización es una de las pocas de Reus, junto a Aigüesverds, a las que el autobús urbano no llega. La entidad reclama el servicio «igual que se presta en el resto de la ciudad» y, por eso, ha llevado a cabo una encuesta entre el vecindario para pulsar hasta qué punto quienes residen en esta zona necesitan el bus. Un 94,2% han respondido que, si lo tuviesen, lo utilizarían.
La encuesta, en la que han participado alrededor de 70 viviendas que son socias, refleja también que en un 68,1% de las casas hay menores o estudiantes que emplearían el autocar para desplazarse a la escuela o el instituto. Y un 71% aprovecharían la línea los fines de semana para acercarse al centro. Un 97,1% consideran que el autobús facilitaría que amigos, familiares o trabajadores del hogar pudieran llegar a la urbanización. Y el 100% ven imprescindible disponer de este medio. En un tercio de las casas que se han posicionado sostienen que más de tres integrantes de la familia se subirían a él. En Blancafort hay 83 hogares y unos 335 vecinos.
«Es básico, necesario y obligado»
«Blancafort y Aigüesverds somos dos urbanizaciones más de Reus y, como el resto, tenemos derecho al autobús», añade Mestres, que recuerda que es algo «básico, necesario y obligatorio, pero seguimos sin tenerlo».
Lo corrobora el presidente de la Associació de Veïns Aigüesverds, Marcos Massó, que apunta que «la reclamación del bus urbano la hemos tratado mil veces en la asamblea y todos los vecinos piden que se implante». Sin embargo, prosigue, «cada vez que se lo trasladamos al Ayuntamiento y a Reus Transport nos dicen que no porque, bajo su punto de vista, no sería rentable». Massó precisa que «estamos ya hartos porque es la obligación del gobierno buscar la fórmula para cubrir las necesidades básicas de la ciudadanía» y destaca que «nos cansa que se vincule a la rentabilidad, porque otras cosas sí se hacen».
Los líderes vecinales de Blancafort y Aigüesverds coinciden en que «no estamos pidiendo que pase un autocar cada 10 minutos ni mucho menos, pero sí tener unas frecuencias por la mañana, al mediodía, por la tarde y por la noche que nos puedan ayudar». Sin autobús, «nos toca hacer de taxistas», explica Mestres, que indica que «cuando los jóvenes o los mayores quieren salir, no tienen más remedio que recurrir a que alguien les lleve en coche». Massó confirma que «a veces, nos preguntamos entre los de la misma calle si uno podría llevar a alguien o traer a otro de donde sea, porque no hay transporte urbano». La confección, por parte del Ayuntamiento, del Pla de Mobilitat Urbana ha traído a la actualidad esta histórica reclamación de los vecinos, que denuncian que «nos han dejado fuera» del documento.
Mas Carpa, sin autobús por las obras
En otra urbanización, Mas Carpa, Reus Transport ha anulado la parada –y, así, el servicio de bus– mientras se construye una nueva rotonda. La presidenta de la asociación de vecinos, Anabel Cuevas, apunta que «nos hemos quedado sin autobús y las obras durarán cerca de seis meses». Aprovechando esto, «queremos tener una parada normal y no bus a demanda como ahora había, porque no funcionaba».