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«Nos dejan durante semanas sin una línea de bus que es básica y que usa mucha gente»

Los barrios que cogen la L-11, de Montserrat a las Oques, reclaman al Ayuntamiento que «no la retire en verano como viene haciendo». La ruta sufre cortes del servicio a menudo y se paralizará del 11 de julio a mitad de septiembre

21 junio 2022 20:02 | Actualizado a 22 junio 2022 17:15
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Las asociaciones de vecinos de los barrios que atraviesa la Línea 11 del autobús urbano, que circula entre Montserrat y la zona de la plaza de las Oques y la de la Llibertat, reclaman que Reus Transport «mantenga la ruta también en verano y no la retire como viene haciendo» porque «eso nos deja durante semanas sin un servicio que es básico y nos obliga a buscar un transbordo o a hacer tramos largos a pie si queremos llegar a ciertos puntos de la ciudad».

La ruta transcurre en parte de su recorrido paralela a otra, la de la Línea 10, pero no en todo. Por eso, «aunque el Ayuntamiento la quite justificando que ya tenemos buses, no es así porque hay sitios por los que la 10 no pasa», apunta la presidenta de la Associació d’Amics del Barri Fortuny de Reus, Pepita Roig.

En detalle, la Línea 11 deja de funcionar el segundo lunes de julio y no retoma la actividad hasta el segundo domingo de septiembre, según la información que ofrece la empresa municipal de transportes. Los vecinos apuntan que Reus Transport la elimina cuando llega la época estival «porque quizá la orientan más hacia los estudiantes, pese a que lo cierto es que cogen el bus todo tipo de vecinos y son muchos los que la necesitan».

Fuentes municipales consultadas al respecto explican al Diari que el parón «coincide con un periodo de baja demanda del servicio y de reducción del volumen de pasajeros» y que es viable porque «la Línea 11 es complementaria a la Línea 10, que sí funciona todo el año con una frecuencia de 20 minutos». Y añaden que «durante estas semanas, la planificación se valora positivamente para poder dar descanso a la plantilla en verano».

«Nos disgusta que nos la quiten»

La sensación entre los usuarios es otra. «No la tendrían que quitar y estamos muy disgustados porque lo hagan», explica el presidente de la Associació de Veïns del Barri Montserrat, Domingo Martínez, que subraya que «la Línea 11 hace un servicio bueno porque tira para una parte por la que la 10 no pasa y nos viene bien, además de que la coge bastante gente». Anteriormente, «ya pedimos que la mantuviesen, pero la contestación del Ayuntamiento es que la ponen para los colegios y que en verano no los hay, y eso fastidia a los que viven aquí y quieren ir en bus, especialmente a la gente mayor que quiere ir hasta los paseos».

Y es que una de las particularidades de esta ruta es que se interna de lleno en el entorno de los paseos Prim y Sunyer, mientras que la 10 –que ahora está afectada por la obra del puente del barrio Gaudí– realiza el recorrido por el Raval de Martí Folguera y el de Jesús. «Para ir a los paseos, el número 11 es el que cogemos y en los meses de verano no lo hay», subraya Roig.

Muy similar al de ellos es el punto de vista de la Associació de Veïns de Parcel·les Casas. Su presidente, Daniel García, comenta que «nos quitan la Línea 11, los usuarios habituales ya no la pueden coger y eso comporta que todo el mundo tenga que optar por la Línea 10 y, según el caso, dar mucha vuelta».

El Ayuntamiento sostiene que «los barrios donde opera la L-11 también tienen la L-10 que les lleva al centro», aunque el recorrido no es idéntico

«En esta zona, en cuanto a autobuses urbanos, solo contamos con el 11 y el 10 y, si nos quitan una de las rutas, ya no queda alternativa», destaca García, y precisa que «es un inconveniente, sobre todo para la gente mayor que ya está acostumbrada y que ese tiempo tiene que hacer transbordo o caminar bastante». Por eso, tal como indica el presidente de la entidad, «nosotros también pedimos que se mantenga, porque la usan muchos».

«A la gente le va muy bien la 11 porque es un recorrido muy diferente al de la 10 y, cuando no está, la echan de menos», insiste la presidenta de la Associació d‘Amics del barri Fortuny, que dice que «se ha pedido muchas veces que no se quite nada, no sé si oficialmente o no, pero ya no sabemos qué más se tendría que hacer salvo depender de que el Ayuntamiento quiera». La reclamación, especifica, «es generalizada» y «a lo mejor deberíamos recoger firmas, o ponernos de acuerdo todos para pedirlo con más fuerza o no lo sé. Pero es un servicio que todos queremos tener».

Sumado a esto, a lo largo de los últimos días, Reus Transport ha avisado de incidencias en el servicio de la L-11 que mantuvieron la ruta sin circular. Fuentes municipales aseguran que «las anulaciones de algunos servicios se deben a un cúmulo inusualmente alto de bajas en un periodo concentrado, algunas por la Covid-19», y que «en 2022 no ha habido ningún trabajador suspendido de sueldo y empleo».

El Ayuntamiento sostiene que «los barrios donde opera la L-11 también tienen la 10, que les enlaza con el centro de la ciudad». A partir del 25 de junio y hasta el segundo domingo de septiembre igualmente dejan de funcionar las líneas 40 y 41, adaptadas a los servicios educativos.

La zona sur espera la ruta directa hacia el Hospital

Los vecinos del sur también están a la espera de resolver otra cuestión con Reus Transport: piden que se vuelva a intentar un enlace directo con el Hospital Sant Joan de Reus. La empresa ya hizo una prueba en 2017 y creó la Línea 12, pero la desactivó tres meses después argumentando que la cantidad de viajeros nunca superó los 90 diarios y que, de estos, solo 30 tenían el Sant Joan como destino. El PSC llevó la iniciativa al pleno de diciembre, que aprobó por unanimidad valorar esa posibilidad. Fuentes municipales indican que «la propuesta está en fase de estudio».

El portavoz del PSC, Andreu Martín, critica que «eliminar la L-11 en verano es una contradicción con los retos de sostenibilidad por los que hay que apostar» y dice que así «forzamos a muchos al uso del transporte privado si quieren desplazarse fuera del barrio» y «esto impacta negativamente sobre todo en los mayores». Por otro lado, «las supresiones de las líneas L-10 y L-11 son constantes el resto del año, ya que cada día hay eliminaciones de servicios», cosa que «genera graves molestias de manera reiterada a los usuarios» y «no vemos el suficiente interés por ponerle fin a este problema que arrastra la empresa».

El servicio a demanda se ampliará hacia una nueva área

Reus Transport «trabaja para ampliar próximamente el servicio de bus a demanda en una nueva zona de la ciudad», tal como indican fuentes municipales preguntadas al respecto, que no concretan de qué zona se trata.

La modalidad a demanda «funciona en los puntos de Reus donde el servicio lo permite, ja que aumentan las posibilidades de frecuencia de paso y el número de paradas cuando los horarios lo necesitan» y en estos momentos se encuentra implantado en «Mas Carpa, Urbanització Sant Joan, Escola Alba Escola Oficial d’Idiomes», según especifican las mismas fuentes. La ampliación de este sistema se encuentra contemplada en el Pla d’Acció Municipal (PAM) 2019-2023 de Reus, que prevé «mejorar y optimizar la Red de Transporte Urbano de Reus, por ejemplo ampliando el servicio de bus a demanda».

El funcionamiento del bus a demanda implica que el usuario avise al menos diez minutos antes de la hora prevista para la llegada del autocar, mediante el pulsador instalado en un monolito en la parada, para que la línea se desvíe y recoja al pasajero. Resulta útil, por ejemplo, para que algunas zonas con menos densidad o donde el uso del autobús no es continuo puedan disponer igualmente de conexión.

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