<iframe src="https://www.googletagmanager.com/ns.html?id=GTM-THKVV39" height="0" width="0" style="display:none;visibility:hidden">
Whatsapp Diari de Tarragona

Para seguir toda la actualidad desde Tarragona, únete al Diari
Diari
Comercial
Nota Legal
  • Síguenos en:

Aún quedan asociaciones vecinales en Reus que carecen de sede y esperan tenerla «pronto»

El volumen se concentra en las de creación reciente, como la AV Cultura de la Pau y las hay más longevas, como Mare Molas. Mantener un local, dicen, pasaría por «compartir recursos»

08 julio 2022 19:20 | Actualizado a 09 julio 2022 07:00
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Varias asociaciones vecinales (AV) de Reus aún no han visto satisfecha una de las reivindicaciones «más importantes» para facilitar el desarrollo de sus proyectos: contar con una sede en la que organizar iniciativas, recibir a socios y albergar actividades. «Tenemos locales vacíos en el barrio donde poder ubicarnos, pero el proceso es lento», cuenta el presidente de la AV Plaça Cultura de la Pau, Víctor Muñoz.

De momento –añade– contamos «con un espacio en el Centre Cívic Ponent, pero a pesar de que reúne las condiciones óptimas para reunirse, no es lo mismo que contar con local propio; en él podríamos hacer mucho más que los encuentros de la junta». Ahora mismo, completa, «nos sentimos un poco limitados; todo ello, en su momento, ya fue trasladado al alcalde de la ciudad, Carles Pellicer, conoce nuestras intenciones y objetivos; esperamos tener sede pronto».

El mantenimiento de una futura sede, por otro lado, es un tema en el que también han pensado: «Siendo sinceros, a día de hoy, con las cuotas de socios no nos llegaría para cubrir los gastos; lo que sí que nos hemos planteado es compartir recursos con otras asociaciones en nuestra misma situación, además de las ayudas que pudiera concedernos la administración local».

Como cuenta, ya han mantenido alguna reunión con asociaciones vecinales, como «la del barrio Mare Molas, más experimentada que nosotros y que tampoco tiene sede; podríamos diversificar muchas de las actividades e incluso trabajar en red». Pronto, acota «nos gustaría hablar con la del Carme», anuncia. La junta de dicha asociación valora que «una sede ayuda a ganar visibilidad, al menos nos daría a conocer al resto de los vecinos que aún, tal vez, no lo hace».

El presidente de Plaça Cultura de la Pau tiene en cuenta que «somos una agrupación vecinal sin ánimo de lucro, relativamente joven; hace dos años que nos constituimos y no llegamos a los 40 socios; aun así, sabemos que todo tiene un proceso». A modo de recordatorio, dicha AV surgió para poner fin a problemas de incivismo y suciedad. «Es algo en lo que estamos muy pendientes. Nos vamos reuniendo con la Guàrdia Urbana y nos coordinados entre todos para mantener a raya los actos incívicos», señala.

Otras asociaciones como la AV Pelai, con Andrés Delgado como presidente, priorizan cuestiones de vía pública. «Tener una sede lo damos por perdido», trasladaba a este medio en agosto del año pasado.

Expresaba que a falta de local, se reúnen en cafeterías u otros establecimientos públicos; el material de la asociación, por otro lado, lo almacenan en domicilios de los diferentes miembros, manifestó entonces.

Diferentes necesidades

Y es que como complementa el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Reus (FAVR), Marcos Massó, «aunque cada vez hay más asociaciones con local, muchas de ellas se las arreglan sin una, la zona de Mas Carpa, por ejemplo, no tiene», hace memoria. Nombra, por otro lado, el caso de los vecinos de la urbanización Les Palmeres d’Aigüesverds, agrupación vecinal que Massó además representa y que «tampoco tiene local, aunque disponemos de un espacio que nos ceden desde el Gaudí Golf Club».

Massó destaca otro tema clave, anteriormente expuesto por Muñoz: el mantenimiento. «En caso de no contar con la ayuda del Ayuntamiento, es complicado mantener uno; tienes que tener una masa social amplia para ello y aun así es difícil», comenta. Esta misma situación la suscribe una asociación tan longeva como la de La Mineta, donde el mantenimiento es un factor que lo determina todo. «No tenemos local, nuestro presupuesto no nos lo permite; aun así, de momento no creemos que nuestra actividad justifique disponer de uno», especifica el presidente de la AV La Mineta, Xavier Panisello. Las reuniones que tiene que hacer la junta las llevan a cabo en la sala de actos del IES Domènech i Montaner, que «siempre nos ha recibido muy bien», celebra.

La otra cara de la moneda

En la otra cara de la moneda, hay asociaciones de Reus que se han puesto manos a la obra para tener un local social. Fue el caso de la Associació de Veïns El Santuari del barrio de Les Clarisses, liderada por Ramón Palmerín, y que desde el pasado mes de mayo tiene una.

Otro caso reciente fue el de la AV de Mas Magrané, con Cori Parra al frente, quien anunció hace apenas una semana que, al fin, cuentan con sede vecinal. Justo durante la celebración de sus fiestas de barrio, la presidenta de la entidad expuso al Diari que acababan de adquirir un local. «Todavía hace falta remodelarlo, pero nos gustaría poder inaugurarlo a finales de septiembre, por las fiestas de Misericòrdia», dijo.

Una vez hecho eso, esperan reunir a los socios que han ido acogiendo a lo largo de su trayectoria en el local número 89 de la calle del Roser, que esperan que se convierta en un punto de encuentro para los miembros de la asociación.

La AV del Roserar de Mas Iglesias es otra de las agrupaciones que, como rememora su presidente, Francesc Jornet, «hacía tiempo que esperábamos que lo de tener un local se hiciera realidad». Y lo hará pronto. «Hace tres meses, aproximadamente, en unas actividades de barrio, pedimos al alcalde Pellicer y a la concejala de Relacions Cíviques, Montserrat Caelles, que nos concedieran una sede vecinal y nos dijeron que sí», apunta.

Explica que «los preparativos están en curso, la concesión del local va ligada a una ayuda del Ayuntamiento que servirá para mantenerlo; una vez firmemos, el local estará operativo, habrá que dar de alta la luz y el agua y pintar; por lo demás, podremos empezar a trabajar», resume. En el local, ubicado en la calle de Jaume Vidal i Alcover, 16, esperan acoger «actividades como gimnasia, algo que los vecinos nos han pedido mucho; entre otras acciones».

Fija el mes de agosto como el que, suponen, ya podrán entrar y prevén inaugurarlo oficialmente a principios de septiembre. «Cada 11 de septiembre hacemos una fiesta con concierto, entre otras sorpresas, y lo más seguro es que presentemos el local social entonces», informa.

Comentarios
Multimedia Diari