Ocurrió en la madrugada del 12 de septiembre. Los gritos de dolor de un ciudadano senegalés se oían por todo el vecindario de la calle Santa Teresa poco después de medianoche.
La patrulla de la Guàrdia Urbana de Reus llegó al lugar y observó a un ciudadano muy alterado y con gestos de dolor en la zona de la entrepierna. El hombre, que chapurreaba el inglés, pero no sabía nada de castellano ni catalán, se retorcía en la acera de la calle y gritaba de dolor.
La patrulla rápidamente activó al SEM y se buscó a algún testigo que pudiera explicar qué había ocurrido minutos antes en este vial de la capital del Baix Camp. Fue una mujer quien arrojó luz a los agentes y explicó cómo se habían producido las heridas del africano poco antes de su llegada.
Según la versión de la testigo, el hombre habría dado una patada a un perro de una personas que vive en la calle y el animal se habría abalanzado sobre su agresor. El can le habría clavado sus colmillos en el pene tras zafarse del bozal y también habría mordido en la mano cuando el senegalés intentaba quitarse el animal de encima. La versión luego fue corregida por la víctima al presentar denuncia ante la Guàrdia Urbana.
La ambulancia llegó poco después de la alerta a la calle Santa Teresa y atendió al hombre herido. Los profesionales del SEM vieron que la víctima presentaba heridas graves en su pene.
El desgarro de parte de la piel y heridas en la glande y prepucio fueron motivadas por la mordedura del animal, que con sus colmillos perforó los pantalones y alcanzó de lleno el órgano reproductor. Los colmillos le han quedado marcados en la mano que utilizó para sacar la mandíbula de sus pantalones.
El herido fue evacuado hasta el hospital Sant Joan de Reus y una vez llegó allí, los médicos recomendaron un traslado. Así, fue derivado hasta el hospital Joan XXIII de Tarragona, puesto que las heridas en el pene requerían cirugía de reconstrucción y urología. Se recupera en el centro tarraconense.