Más de 200 personas se reunieron ayer por la noche en la plaza del Mercadal de Reus para participar de la protesta La brossa porta a porta que pretende denunciar la «suciedad del Estado» lanzando bolsas de basura en determinados puntos de la ciudad para «señalar al ocupante». En esta ocasión, los manifestantes se desplazaron hasta la sede que el PSC tiene en la plaza del Castell como crítica a la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ayer en Barcelona, dónde visitó a los policías heridos durante las manifestaciones de la semana pasada contra la sentencia del Tribunal Supremo e «ignorando al resto de personas heridas».
Al principio, los manifestantes que se iban acercando al edificio de la plaza del Castell y depositaban la basura en el portal y de forma pacífica. Pero poco a poco empezaron a animarse y lanzaron las bolsas intentando hacer puntería en los balcones de la sede socialista, situada en una primera planta, convirtiéndola en un vertedero. Los manifestantes, desde familias pasando por jóvenes y hasta jubilados, iban jaleando con «oles» cada lanzamiento que acertaba en el balcón.
El episodio se tensionó con la llegada de un vecino del edificio que quería entrar a su casa. Mientras la gente seguía tirando bolsas, el hombre, de edad avanzada, empezó a apartar la basura lanzándola dónde podía. «Id a dónde viváis vosotros, en mi casa no, yo soy igual que vosotros», criticó el vecino. La situación dividió a los manifestantes, ya que mientras un grupo le silbaba, otros le ayudaron a hacerse un camino hacia el portal. El ciudadano se lamentó: «Yo no vengo a ensuciar vuestras casa, aquí hay un partido político pero también vecinos», y sentenció: «Me parece que merecemos un respeto porque todos hablamos el mismo idioma».
El acto también afectó al restaurante La Tagliatela. Su local, ubicado en el mismo edificio que el PSC, sufrió varios daños por el lanzamiento de las bolsas de basuras que rompieron una luz del negocio y varias plantas. Nada más empezar la acción, uno de sus trabajadores, que acababa de abrir el negocio, salió para bajar la persiana y evitar que hubiera más desperfectos. El hombre, visiblemente enfadado, retiró las bolsas a patadas y a su vez se enfrentó verbalmente con los manifestantes, recriminando el episodio y tildándolo de «vergonzoso». La gente reunida le respondió al grito de «llibertat presos polítics».
Un acto cada día
La intención de los convocantes es repetir la acción La brossa porta a porta todos los días de esta semana a partir de las 20h, teniendo como punto de partida la plaza del Mercadal para ir después a distintos puntos de la ciudad. A pesar de no esta definido, entre los sitios que se presumen como próximas ‘víctimas’ está la comisaría de la Policía Nacional, en la calle General Moragues, los juzgados de Reus de la avenida Marià Fortuny o la comisaría de los Mossos d’Esquadra, en la carretera d’Alcolea del Pinar. Espacios dónde la semana pasada ya hubo varias acciones de protesta.
Esta acción es una de las propuestas que se acordó en la asamblea popular del domingo y recuerda a la que se llevó a cabo el mismo domingo en Barcelona, dónde los manifestantes lanzaron bolsas de basura ante la delegación del Gobierno.