Hace tiempo que no publico artículos. Me limito a enviar mis reflexiones a quienes pueden tenerlas en cuenta en su acción política.
Ante la avalancha de declaraciones y artículos, todos ellos atemorizándonos con la amenaza que se cierne sobre nosotros por la presencia política de la extrema derecha, de los ultras, fascistas, y nazis de Vox... ¿dónde están todos los votantes de las pasadas elecciones municipales y autonómicas? ¿Se han contagiado del acomplejamiento político y moral de los políticos a quienes votaron?
Tengo 13 nietos, casi todos mayores de edad y universitarios, con quienes mantengo una relación muy estrecha. En una de nuestras recientes tertulias, surgió el tema de las próximas elecciones generales... ¿a quién votamos? Yo os propongo, les dije, que os leáis los programas electorales de los principales partidos políticos, toméis nota de aquello que os llame la atención y, dentro de una semana, hablamos.
Tomó la palabra mi nieto Enrique para manifestar que habían sido incapaces de leer los centenares de folios, con los buenos propósitos electorales de cada partido político. Les parecían unas manifestaciones demagógicas, utópicas, contradictorias, muchas disparatadas, y, lo peor, en general sin razonamiento alguno que diese soporte a su conveniencia y a su viabilidad. Te proponemos repasar, brevemente, la personalidad de los más destacados líderes políticos, para intentar prever, su posición ante los problemas que más nos preocupan, sin olvidar recordar su actitud histórica, de ellos y de sus partidos, al respecto.
De acuerdo, pero permitidme recordaros de donde vienen y a quién suceden los dos partidos mayoritarios, mejor, los dos bloques, izquierdas y derechas, que concurren en las próximas elecciones generales. Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar suceden al Frente Popular de los años 30 del siglo pasado, cuando, igual que actualmente, el PSOE fue dominado por grupos de extrema izquierda marxistas leninistas, perdiendo su identidad socialdemócrata. El Partido Popular es sucesor indiscutible del Franquismo. Eso sí, blanqueado al promover, defender parlamentariamente, y promulgar la Ley de Reforma Política, que abrió las puertas a la democracia.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Sumar suceden al Frente Popular de los años 30 del siglo pasado
Debemos convenir que cualquiera que hubiera sido el desenlace de los tristes acontecimientos de la década de los años 30 del pasado siglo, el resultado hubiera sido el mismo, pero diferente, una dictadura, bien del Frente Popular o bien de los militares franquistas. Cada cual se guarde sus preferencias... La historia debe conocerse y recordarse, pero el futuro debe fraguarse en la búsqueda de la convivencia, de la concordia y en el sentimiento de aprecio por el bien común.
Comencemos por Yolanda Díaz, fundadora y líder de Sumar, oferta electoral que agrupa una serie de formaciones antisistema y revolucionarias, de ideología marxista-leninista. De Yolanda, destacan sus ocurrencias irreflexivas y su dialéctica «aristotélica», para explicarse. Solamente un ejemplo reciente: «... Es fundamental la vida pública (ejem, ejem), que es para que la gente sea más fácil para las personas en nuestro país», clarísimo... sin comentarios.
Santiago Abascal, fundador y líder de Vox, que más que un nuevo partido político es una reacción surgida en el seno del Partido Popular, con el objetivo de obtener una presencia parlamentaria que le permita forzar una pacto para reconducir a los populares hacia la posición abandonada por sus acomplejados líderes, recuperando su identidad como partido mayoritario de la derecha política española; e incluso, con su presencia en el gobierno, obligar a desarrollar una acción política de ideología conservadora, sin ambigüedades ni complejos.
Pedro Sánchez, aventurero de la política, sin palabra, proyecto ni principios, que antepone su interés personal, a un sentimiento de aprecio por el bien común. En el debate televisivo, tan deseado por él, quedó desarmado y desenmascarado, ante la oferta de Núñez Feijoo, de respetar la lista más votada, evidenciando, así, que su aspiración es obtener, otra vez, una mayoría parlamentaria, que le permita formar gobierno, con los mismos apoyos y socios que tanto han condicionado su acción política. Como ha manifestado recientemente Alfonso Guerra, puede que el problema del PSOE no es el partido, es el candidato.
El Partido Popular es sucesor indiscutible del Franquismo. Eso sí, blanqueado
Alberto Nuñez Feijóo, político ambiguo y acomplejado, que rechaza una alianza natural con Vox, y que preferiría gobernar en solitario, gracias a un pacto con el PSOE. En el temido, por él, debate, acertó a reivindicar su figura como líder de la derecha española, desenmascarando, también, la mediocridad y carencias del líder de la izquierda.
Recordemos ahora brevemente alguna de las cuestiones que nos preocupan. La Unidad de España y la igualdad para todos los españoles. Todas las Leyes, y decretos leyes, promulgados por el gobierno de Pedro Sánchez, gracias a su ‘mayoría’ parlamentaria y a sus ‘socios’ en el ejecutivo, todas ellas sectarias e, incluso, de dudosa constitucionalidad, e interpretadas y aplicadas, también sectariamente, por el poder ejecutivo.
Entre muchas de ellas, el decreto de medidas urgentes Covid-19, prorrogando en siete ocasiones con sucesivos estados de alarma, para sustentar legalmente, el confinamiento de los ciudadanos. Expediente de regulación temporal de empleo, (ERTE), Decreto Ley. Decreto Ley de reforma laboral, Ley de Solo Sí es Sí. Para garantizar integralmente la libertad sexual.
Ley de Memoria Democrática, para ampliar los derechos de las víctimas del franquismo. Aprobación de impuesto a la Banca y Energéticas. Ley Trans y del aborto para ampliar los derechos del colectivo LGTBI y la autonomía de las mujeres para interrumpir un embarazo, anteponiendo el derecho de la madre frente al derecho a la vida del hijo. Ley de Salud Sexual y Reproductiva. Este gobierno ha sustituido la lucha de clases por la de sexos. Etc, etc..,
He procurado ser muy respetuoso en la exposición de estas reflexiones con mis nietos. Creo que ellos ya tienen elementos de juicio para votar con criterio fundado. Mi actitud respetuosa, no dificultará, a mis amables y pacientes lectores, la comprensión de mis reflexiones, porque confío en su capacidad de leer entre líneas. Con mi agradecimiento por la atención que se me dispensa, deseo como ciudadano que el resultado de las próximas elecciones sea el mejor para el futuro bienestar de todos los españoles.