Líbano, un territorio que es un tercio de Catalunya, es escenario de una guerra como la de Gaza. Esta vez la milicia no es Hamás, sino otra más potente, Hizbulá, que ya se enfrentó a Israel en 2006 y es heredera de la lucha de los palestinos de Yasser Arafat en 1982 hasta ser expulsados.
Tomàs Alcoverro, el más veterano de los corresponsales, decía el lunes a la cadena 3/24 que Líbano tiene un gobierno que no pinta nada y un ejército que no pelea. La lucha es entre Israel y Hizbulá. El periodista llegaba de Beirut. La zona cristiana y sunita están tranquila. Los barrios chiíes son los atacados con artefactos en los bolsillos y con bombardeos aéreos y misiles.
Es otra masacre, ya con ‘daños colaterales’, de cientos de muertos y miles de heridos.