En L’Arbocet, que solo tiene dos calles, Carrer de Baix y Carrer de Dalt, se celebró ayer la despedida de Maria Antònia Ferrer Bosch, de 98 años, catedrática de historia, pionera de la URV y madre de seis hijos Arola de los que conozco a tres: Lluís, que fue rector de la Universitat, y Alfred y Fèlix, editores de prestigio.
Guardo con su dedicatoria el libro Història de Tarragona. Comienza con la construcción romana del puerto y la muralla y se extiende hasta el final del franquismo. Impresionan hechos del siglo XIX poco conocidos. Así en 1835, el 22 de julio, quema de conventos y muerte de 20 frailes; el 7 de agosto, asesinato del alcalde...
M. Antònia Ferrer escribió la historia con sus luces y sus sombras, pero siempre con amor a Tarragona.