Al Tribunal Supremo, igual que al PP, Ciudadanos y VOX, no le ha gustado la reforma del Código Penal, porque dice que deja bastante desprotegido al Estado.
Al Gobierno, por su parte, no le ha agradado la interpretación del Supremo. A ERC, tampoco. A Junts, todavía menos, y a la CUP, nada de nada, fiel a su ideario.
Podría decirse que en la actualidad en España se abre paso el consenso a través del disgusto, ya que no por la senda de coincidir en gustos.
Es cierto que tenemos un refrán que dice: «Sobre gustos no hay nada escrito», que en latín añade a esta opinión los colores y reza así: «De gustibus et coloribus non est disputandum».
En adelante ya no podrá decirse que no hay nada escrito sobre disgustos.