Esta semana Elon Musk utilizó su red X (antes Twitter) para hacer una entrevista al candidato Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Es público y notorio el apoyo del magnate al candidato y la utilización de su red para propagar dicho apoyo lo cual no es menor sabiendo que Musk es el segundo hombre más rico del mundo.
La utilización de medios de información no es algo nuevo, pero con la digitalización y en especial la inteligencia artificial, la desinformación se ha convertido en un reto mundial. De hecho, la comisión europea envió una carta a Musk al día siguiente avisándole que la Comisión vigila los riesgos potenciales para la Unión Europea por la publicación de contenidos que incita a la violencia, el odio y el racismo, indicándole que no está exento de cumplir la Ley de Mercados Digitales. Elon Musk replicó a la UE si quería interferir en las elecciones americanas, aunque recordemos que, de los 300 millones de usuarios de X, 100 son europeos.
Además del alcance, el número de horas de consumo digital están creciendo de manera exponencial. Los algoritmos para captar y retener nuestra atención cada vez son más sofisticados. El neuromarketing se aplica a las redes y a los productos digitales y capturan nuestra atención, mostrándonos aquello que parece que nos va a gustar más. Muchas de sus aplicaciones están basadas en la llamada economía de la atención, como captar nuestra atención para consumir más, hacer más likes o como diríamos más que llevarnos al huerto, llevarnos al click. Ya hace unos años que el Ceo de Netflix dijo que su enemigo era el sueño. Actualmente consultamos el teléfono unas 150 veces al día lo que nos comporta en numerosas ocasiones problemas de concentración.
Este en este sentido la comisión ha prohibido la aplicación de la red social china Tiktok Lite que paga a los usuarios 1 euro si están 3 horas conectados. Recordemos que Tiktok es una red social china especialmente usada por jóvenes que tiene 500 millones de usuarios, 150 de los cuales en Europa. El comisionado de la UE, Bretón dijo que el tiempo mental de los jóvenes de la UE no es una moneda de cambio para las redes sociales.
Es curioso que el significado de inteligencia es comprender y que la inteligencia artificial se base en comprender cual es la respuesta más favorable en base a una serie de criterios. El hecho que los dueños de estas empresas decidan gracias a la IA por nosotros que contenidos vemos y consumimos y ahora el tiempo mínimo para debemos consumirnos para engancharnos es lo que en toxicología se llama dosis mínima.
El derecho a la conectividad es un derecho reconocido por la UNESCO, pero también lo es el derecho la privacidad y la desconexión digital. Sigo diciendo que la tecnología nos permite hacer cosas nunca vistas y que puede democratizar el acceso al conocimiento y el bienestar, pero cualquier cosa en exceso, empacha, cualquier cosa sin falta de control, se desmadra y cualquier cosa en las manos equivocadas, debe encontrarnos luchando por nuestros neuroderechos y la desconexión digital. Así que aconsejo a los lectores desconectar y disfrutar de las Sant Magí.
PD: En la era del humanismo tecnológico, cuidado con los tóxicos, trepas, troyanos y trolls y rodearos SINERGENTES que siempre suman aptitudes, equipo y valores.