Astrónomos del Instituto Max Planck hallan en el centro de Omega Centauri un núcleo supermasivo de tamaño intermedio, se trata del agujero negro masivo más cercano a la Tierra y se encuentra en un conjunto galáctico de unos diez millones de astros que se puede ver a simple vista desde el hemisferio sur, como una mancha de luces en la noche. Los agujeros negros, como el que se acaba de descubrir frente a nuestros ojos, son difíciles de encontrar. Está a unos 18.000 millones de años luz, unos 9.000 millones más cerca del que se creía más próximo hasta ahora. Unas dimensiones que no son impoibles de comprender. «Omega Centauri parece ser el núcleo de una pequeña galaxia separada, cuya evolución se vio truncada cuando la Vía Láctea se la tragó«, sostiene el artículo publicado este miércoles en 'Nature'. ¿Cómo lo sabemos? Desde 2019 los astrónomos midieron la velocidad de 1,4 millones de estrellas, gracias a unas 500 imágenes del Hubble. Esa disponibilidad de fotografías con «vistas siempre repetidas» era inusual y fue posible porque el supertelescopio utilizó esta pequeña galaxia para calibrar sus instrumentos.
Sabemos que no es habitual una editorial sobre astronomía, pero hay días en los que también necesitamos mirar a las estrellas
Casi como por casulalidad. El agujero negro más cercano a nuestro planeta tiene una masa de 8.200 soles y tiene tres meses luz de diámetro. Y está a 'simple' vista. Sabemos que no es habitual una editorial sobre un hallazgo astronómico. La astronomía no es una preocupación mayoría de nuestra sociedad, pero es la única respuesta posible a las grandes preguntas: quiénes somos, de dónde venimos. Curiosamente los grandes descubrimientos del siglo XXI tienen mucho que ver con los primeros llevados a cabo por griegos o árabes: la tenacidad. Mirar al cielo con un telescopio hecho a mano como el de Galileo, sin telescopio como los hacían en Mesopotamia o con el Hubble o el James Webb no servirián de nada sin el trabajo entusiasta de miles de personas que miran las estrellas cada noche. Un pequeño espacio de esperanza y ternura que también necesitamos.
