Dani Vidal, entrenador del Nàstic, mostró su frustración tras el empate 1-1 ante el Zamora, que llegó con un gol en el último minuto que les impidió lograr los tres puntos. El técnico destacó las dificultades del terreno de juego, pero también valoró la entrega de sus jugadores, que pelearon hasta el final.
El partido condicionado por el estado del campo
Vidal explicó que las malas condiciones del terreno de juego fueron un factor clave en el desarrollo del encuentro: «El partido estuvo claramente marcado por el estado del campo, que estaba en condiciones muy similares a las de Irún. Las bandas no permitían el juego fluido, y todo se centró en los 40 metros de anchura del área. Tuvimos que adaptar nuestra alineación a última hora, ya que sabíamos que no podríamos jugar como habíamos planeado. Fue un partido de mucho juego dividido, con muchas jugadas a balón parado y balones que se quedaban a medias».
A pesar de las dificultades, Vidal destacó que el equipo supo adaptarse: «Tuvimos varias aproximaciones, y ellos también tuvieron una oportunidad clara tras una pérdida nuestra. En la segunda parte, mejoramos aún más, y el gol llegó tras una jugada muy buena, dadas las condiciones del terreno. Pudimos haber hecho el 0-2 en varias ocasiones, pero no fue posible.» Sin embargo, en los últimos minutos, el equipo no logró gestionar una jugada clave que permitió el empate: «Hasta el último minuto, defendimos bien, pero no supimos gestionar la última jugada del partido. Dejamos a su delantero más peligroso libre en el área y nos empataron».
Adaptación y lecciones aprendidas
Al ser preguntado sobre las similitudes con el partido en Irún, donde también las condiciones del campo fueron muy malas, Vidal afirmó que el equipo se adaptó bien, aunque el desgaste fue grande: «La adaptación ha sido buena, aunque el desgaste físico fue enorme. Tuvimos dos ocasiones claras en la segunda mitad, y ellos también generaron algo de peligro. Sin embargo, todo estuvo condicionado por las condiciones del campo. Tuvimos lesiones en la primera mitad, y algunos jugadores como Gorka Pérez no pudieron seguir».
Sobre si habría suspendido el partido debido al estado del campo, Vidal fue claro: «Sí, yo me manifesté antes del partido y su entrenador también. Ninguno de los dos queríamos jugar. Aprendimos de Irún. En Irún no me posicioné tanto, hoy sí. Al final, la última palabra no es nuestra, pero te pasas una semana preparando el partido, una idea de juego, una alineación, un planteamiento, lo expones en el hotel y llegas aquí y lo tienes que cambiar todo».
Lesiones y expectativas para el próximo partido en casa
En cuanto a las lesiones de Pablo Fernández y Pol Domingo, Vidal indicó que ambos jugadores sufrieron molestias en el isquio, pero esperan que no sean graves. Sobre el próximo partido, en el que el Nàstic recibirá a la Ponferradina en el Nou Estadi, el entrenador confía en el apoyo de la afición: «Estoy seguro de que la gente nos apoyará. Nos queda poco y, cuando aprieta la afición, nos lleva solos. Estoy seguro de que nos ayudarán en este tramo final de la temporada».
