Tarragona, centro del mundo político catalán

Dalí decía que Perpignan era el centro del mundo. Jorge Luis Borges lo situaba en una habitación de su casa en Buenos Aires y el último día de las elecciones al Parlament de Catalunya el centro del mundo ha sido Tarragona. El centro del mundo electoral catalán. Pedro Sánchez por la mañana: paseíllo entre el Mercat Central y el Balcó del Mediterrani en olor de multitudes y selfies. Su némesis, Isabel Ayuso directa a Sant Pere i Sant Pau, patria chica de Alejandro Fernández, prestándose a más selfies. Por la tarde, Esquerra Republicana con toda la plana mayor. Desde el president Aragonès a Gabriel Rufián pasando por Marta Rovira (pantalla mediante) y por supuesto Raquel Sans, la candidata por Tarragona. ¿Por qué Tarragona? Se lo explicamos en nuestra sección En Portada: Tarragona es el Ohio de Catalunya. Es decir, el territorio que puede determinar quién es el vencedor de la noche de mañana. El concepto ‘Ohio’ viene de la estrategia electoral americana: quien gane en Ohio es casi con total certeza el nuevo inquilino de la Casa Blanca porque en Ohio ninguna de las fuerzas políticas tiene asegurada de entrada la victoria y el voto varía entre demócratas y republicanos (conocido como swing state). No es el caso de Girona o Barcelona, donde el vencedor es más que previsible. Incluso Lleida tiene un comportamiento electoral más estable y tiene menos habitantes. Así se entiende el desembarco de políticos que hemos vivido durante la campaña. Alberto Núñez Feijoo ha venido tantas veces que opta a ser el próximo Tarragoní Fidel. También Yolanda Díaz y al final la visita sorpresa de Pedro Sánchez e Isabel Ayuso. No podemos saber de antemano si tanto selfie va a decidir quién gana en Catalunya. Lo que sí parece es que la política se decide a golpe de efecto en las redes sociales y no debatiendo la necesidad de renovar las Rodalies o proponiendo medidas para que la vivienda sea accesibe. Ser el centro del mundo te deja un sabor agridulce.