Nuestro suplemento Economía & Empresas cierra este domingo temporada con un análisis en profundidad de una herramienta con un gran potencial para el sur de Catalunya: el Fons de Transició Nuclear. Creado en diciembre de 2021 por el Departament d’Empresa i Treball, este fondo busca ayudar en la transformación que afrontan los territorios afectados por el cierre (por una decisión política) de las centrales nucleares de Ascó y Vandellòs, entre los años 2030 y 2035. Unas fechas a la vuelta de la esquina que implican, entre otras consecuencias, la pérdida de unos 3.000 puestos de trabajo altamente cualificados y de un enorme valor añadido. Pero también de una capacidad de generación eléctrica crucial para el futuro de nuestra industria.
El Fons de Transició Nuclear debería servir para captar inversiones de alto impacto, con una estrategia energética que las acompañe
Dotado con decenas de millones de euros (más de 83 millones en 2023) a partir de un 50% de la ecotasa que pagan cada año al Govern las empresas con centrales nucleares en Catalunya, este fondo debería ser una gran oportunidad para hacer las cosas bien. También para avanzar, con recursos, en la captación de inversiones industriales de alto impacto, con una estrategia energética que las acompañe. Lamentablemente, una vez más, no está siendo así. Tras dos años largos en los que lo sustancial del debate ha sido hablar de cómo se reparten las sillas y el dinero, quién lo gestiona y cuándo se cobra, la realidad es que un 96% del presupuesto de 2023 (que empieza a materializarse ahora) será gestionado por cerca de un centenar de administraciones locales, mientras que apenas un 4% se destinará a inversiones empresariales de alto impacto. Asoma el fantasma del ‘Plan E’. Esa avalancha de millones de euros que el gobierno Zapatero puso en manos de las administraciones locales para que ellas solas, a su criterio, tratasen de poner tiritas a la Gran Recesión iniciada en 2008. El plan de las rotondas y los aeropuertos en medio de la nada, efectivamente. Pero, a diferencia de 2008, nada colapsa de un día para otro. No hay excusa para no ser exigentes y buscar la estrategia, la excelencia y el acuerdo.