«Solo la perspectiva que dará el paso del tiempo nos permitirá ver la magnitud y la importancia de lo que supone esta inversión», reflexionaba el miércoles en el Diari la directora gerente de la Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT), Maria Mas, tras la aprobación, por parte del Consejo de Administración de Repsol, de la mayor inversión industrial de la historia de esta empresa en el polo petroquímico de Tarragona. No podemos estar más de acuerdo. La Ecoplanta de El Morell, un proyecto que movilizará más de 800 millones de euros hasta inicios de 2029, cuando se espera que esté en funcionamiento, nos pone en el mapa, y de qué manera. Con ella, Tarragona se consolida como uno de los puntos clave en la estrategia de la Comisión Europea para lograr una transición limpia de la industria europea, y sitúa al polo petroquímico de Tarragona, el más importante del sur de Europa, en un lugar de liderazgo tecnológico. Se trata de un proyecto, no debemos olvidarlo, que cuenta con el respaldo del Fondo de Innovación de la Unión Europea, tras un proceso de selección competitivo muy exigente, donde muy pocos han logrado contar con ese aval. Pero, de la misma manera que hoy podemos asegurar que somos un punto de mucho interés en ese mapa industrial europeo, este editorial podría tener hoy un tono bien distinto. Un editorial distópico en el que la directora gerente de la AEQT, en lugar de señalar lo que podemos ganar, reflexionase sobre lo que podríamos perder. No ha sido así, y lo celebramos. Porque la de Repsol es una inversión estratégica para el polo petroquímico de Tarragona. No solo por los 340 puestos de trabajo altamente cualificados que generará (más otros 2.800 en su fase de construcción), sino por todos los empleos ya existentes a los que se les abre un futuro. La Ecoplanta debería allanar el camino a nuevas inversiones. Proyectos como el de la planta de componentes para la fabricación de baterías de Iqoxe, que acaba de recibir una ayuda de 11 millones de euros del PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado. Y que no sabe si aceptará. ¿Por qué? Por razones similares a las esgrimidas por Repsol al congelar sus inversiones en Tarragona. Si Repsol hablaba de la falta de «un marco regulador y fiscal estable», Iqoxe alude a la «situación del mercado» y a «cambios de legislación». Despejar este tipo de dudas es imprescindible.
La Ecoplanta nos hace estratégicos
30 enero 2025 20:13 |
Actualizado a 31 enero 2025 07:00
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