Velar por la seguridad del Concurs de Focs de Tarragona

Cada día del certamen, agentes de la Guardia Civil inspeccionan el montaje pirotécnico para que tanto el material como el personal esté todo en regla

04 julio 2024 19:54 | Actualizado a 04 julio 2024 23:02
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Pasan unos minutos de las nueve de la mañana de este jueves. El personal de la pirotecnia Pibierzo (de la localidad leonesa de Villaverde de la Abadía) lleva ya más de una hora montando las carcasas con la pólvora que será lanzada por la noche. Llega la patrulla de Intervención de Armas de la Comandancia de la Guardia Civil. Como cada día que hay concurso, los agentes inspeccionan tanto la documentación del personal que manipula los explosivos –incluso la de los vigilantes de seguridad– como de los explosivos a emplear.

Normalmente son tres los agentes que realizan esta labor. Mientras la cabo coteja los documentos personales del personal que manipula el material con la hoja que le habían enviado, uno de los responsables se comunica que hay un vehículo con material que no corresponde con la documentación remitida.

Furgoneta averiada

Durante el viaje a Tarragona, una furgoneta se averió y tuvieron que pedir a otra empresa pirotécnica que les cediera una –son especiales para transporte de explosivos, ADR–. «Ya lo sabíamos», responde la agente. Para manipular este material se necesita el carnet de experto pirotécnico. También existe el de aprendices, pero estos no pueden tocar la pólvora. Por lo que respecta a los vigilantes –hay dos– tienen que ser expertos en explosivos

Solicitan también la carta de porte, el material que lleva el vehículo. En este caso, se lanzarán 472 kilos de pólvora. Hasta 50 kilos solo se tiene que notificar a la Subdelegación del Gobierno y si sobrepasa esta cifra se necesita autorización –con el correspondiente informe de la Guardia Civil–. Normalmente, en los grandes castillos –como ya ocurrió la semana pasada en Valls–, la Guardia Civil inspecciona el montaje.

Aspectos a controlar

Durante la inspección se controla que la gente no esté fumando, que no manipule elementos electrónicos o que estén en regla los extintores. Normalmente, en estos grandes castillos de fuegos todo está en regla.

La cabo comenta que se han encontrado a veces que han notificado un castillo de 98,8 kilos de pólvora cuando en realidad era más, todo para esquivar tener que pedir autorización. En otros casos han tenido que cambiar de lugar el montaje porque estaban cerca del público.

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