Cerca de 62 millones de euros de inversión extraordinaria para incrementar la capacidad de acceso a la red de distribución en Tarragona. Un incremento del 45% respecto a la partida de 137 millones de euros (hasta un total de casi 200 millones de euros) presupuestada por Endesa para la red de distribución de Tarragona en el trienio 2025-2027.
Es lo que pende ahora de un hilo si termina prosperando, en los pocos días que quedan hasta el 31 de diciembre, el impuesto a las energéticas que Podemos, el socio minoritario en el gobierno de coalición PSOE-Podemos, sigue defendiendo ante la oposición de partidos clave para su aprobación, como Junts y el PNV.
Aunque el Gobierno desconvocó este miércoles por segunda vez la reunión de la mesa de partidos en la que debía diseñarse un futuro impuesto a las grandes energéticas -tras serle comunicada la ausencia, una semana más, de Junts y el PNV, que se oponen a este impuesto pero cuyos votos son necesarios para que prospere-, la prórroga del gravamen (que de producirse significaría la pérdida de inversiones estratégicas de Repsol en Tarragona por valor de 1.100 millones de euros) sigue siendo una posibilidad.
La continuidad del gravamen extraordinario sobre las grandes energéticas fue el gran escollo de la negociación del reciente paquete fiscal: el PSOE pactó inicialmente con el PNV y Junts dejarlo caer a final de año, pero después acordó con ERC, Bildu y BNG prorrogarlo un año y con Podemos, negociar su conversión en un impuesto permanente.
«La no eliminación de este impuesto a las energéticas condicionaría y limitaría las inversiones en la red de distribución de Endesa» (Enric Brazis, Endesa en Catalunya)
A falta de un acuerdo sobre el futuro impuesto, el plan a corto plazo consistiría en prorrogar un año más el gravamen temporal a través de un decreto ley que se aprobaría antes de final de año.
Inversión necesaria para la petroquímica
En su plan estratégico presentado el pasado 19 de noviembre, Endesa decidió incrementar el presupuesto destinado a su red de distribución en Tarragona, atendiendo a las necesidades de la industria, con especial atención en el polo petroquímico de Tarragona. De prosperar el impuesto a las grandes energéticas, esas inversiones no se materializarían, y se limitaría a invertir lo imprescindible para mantener el buen funcionamiento de la actual red de distribución.
De los tres grandes ejes sobre los que recaen las inversiones en la red de distribución de Endesa (capacidad de acceso a la red; mejora de la calidad y la fiabilidad; digitalización), el primero es el que ha visto incrementado su presupuesto de forma extraordinaria. Un impuesto a las energéticas rebajaría ese volumen inversor a los valores anteriores a su revisión para adaptarse a las necesidades especiales que plantea la descarbonización.
Así lo confirmó Enric Brazis, director territorial de Endesa en Catalunya: «Endesa quiere invertir en la red de distribución de Tarragona para poder dar respuesta a la creciente demanda asociada al desarrollo de la industria en el territorio, los centros de datos, los parques fotovoltaicos o los hubs de recarga de vehículos eléctricos».
«La no eliminación de este impuesto -añadió Enric Brazis- condicionaría y limitaría las inversiones en la red de distribución, la columna vertebral de la transición energética en Catalunya».
