El presidente de la Confraria de Pescadors de Tarragona, Esteve Ortiz, dimitirá de sus funciones al frente de la entidad en cuestión de un año. Lo hace después de 21 años capitaneando la Confraria.
El motivo es que ha llegado el momento de jubilarse. En un principio, y tal como está estipulado, la Generalitat no convocará elecciones hasta el año 2026. Así que, tanto Ortiz como el resto de la Confraria están trabajando ya para concretar quién liderará la entidad desde que el presidente dimita hasta que se convoquen los comicios.
Ortiz tiene la intención de dejar el cargo alrededor del mes de febrero del año que viene. De esta manera, asegura, ya habrá empezado la temporada del Peix Blau «y estará todo más o menos encarrilado».
Ortiz ha estado 21 años al frente de la institución y entró sustituyendo al Patró Major, Joan Veciana. De hecho, podría haberse jubilado ya hace años, pero decidió alargar su trayectoria profesional. «Siempre he pensado que jubilarse significa entrar en la última etapa de la vida. Me resistía, pero ha llegado el momento», añade el presidente.
Ortiz hace una valoración muy positiva de su paso por la institución. «Creo que hemos hecho una gran labor y hemos sido capaces de cambiar muchos parámetros, cosa que no es fácil en este mundo», explica el presidente de la Confraria.
El primer cambio importante que se ha hecho en la entidad con Ortiz al frente ha sido la comercialización directa. Primero con Pescanova y, desde hace unos años, con Mercadona, que se queda con la mayor parte del pescado azul que llega a puerto. Hasta entonces, la única manera de dar salida al género era a través de la subasta. «Eso significó un punto de inflexión, porque cambiar directrices en el sector primario es muy complicado y más con la competencia de otras Confraries», añade Ortiz.
Pero no todo ha sido positivo. Ortiz ha visto como el sector de la pesca ha ido muriendo poco a poco. La excesiva burocracia, la estricta normativa y la falta de relevo generacional en las embarcaciones apuntan a que la actividad está llegando a su fin. «Siempre he dicho que mi único miedo es ser el último presidente de la Confraria de Pescadors de Tarragona. Espero que no sea así», explica Ortiz, quien añade que «la cosa está muy complicada, teniendo en cuenta que detrás de mí solo queda una generación de pescadores».
Durante la etapa de Ortiz al frente de la entidad se ha apostado por la comercialización directa
Ortiz dejará el cargo un año antes de las elecciones. La asamblea será la encargada de decidir de qué manera continuar el mandato. Las opciones que están encima de la mesa son, que siga como presidente el actual vicepresidente hasta agotar la legislatura, o bien, convocar unas elecciones antes de lo previsto. Sea como sea, la decisión se tomará en febrero del año que viene.
La llamada al alcalde
Por otro lado, el presidente de la Confraria de Pescadors, Esteve Ortiz, se mostró muy enfadado por el control policial que se realizó hace dos semanas a las puertas del Serrallo.
La Guardia Civil, con el apoyo de la Guàrdia Urbana, intervino casi 50 kilos de pescado que no había pasado por lonja y que no cumplía con el tamaño reglamentario. Por todo ello, Ortiz llamó al alcalde de la ciudad, Rubén Viñuales, mostrándole su disgusto. «Nos pidió disculpas y me dijo que no volvería a ocurrir», asegura Ortiz.
Por su lado, el alcalde de Tarragona, sin entrar al detalle de si pidió perdón o no, manifiesta su «absoluto apoyo al sector pesquero», y asegura demostrarlo con la estrategia alrededor de la economía azul –a través de la cual se están gestionando ayudas de casi dos millones de euros–, o con la campaña de promoción del Peix de Tarragona.
«También quiero expresar mi respeto y agradecimiento por el trabajo de todos los cuerpos de seguridad y de la Guàrdia Urbana en particular, por velar por la legalidad y la seguridad de las personas», acaba Viñuales.