Recogida a domicilio y el doble de contenedores: así se reciclará la ropa usada

El nuevo contrato de la basura prevé ampliar el servicio. En la ciudad se recogieron 137.653 kg de textil usado el primer semestre del año, pero aún se lanzan piezas al contenedor erróneo

15 octubre 2022 07:42 | Actualizado a 15 octubre 2022 07:45
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Esta especie de prolongación del verano que estamos experimentando está retrasando el tradicional ‘cambio de armario’, una operación que en la mayoría de los hogares se salda con cierta cantidad de prendas de ropa que no se volverán a utilizar.

No obstante, como cada año, la bajada de temperaturas acabará de nuevo con una ingente cantidad de textiles y zapatos que gestionar. Valga como referencia que en los contenedores de ropa usada de la ciudad, gestionados por el programa Roba Amiga, se recogieron durante el primer semestre de este año 137.653 kg. de material. Es una cifra superior a los 135.968 kg. del mismo período del año pasado, pero que dista mucho de lo que se desearía. En las revisiones de la basura que se hacen periódicamente para saber qué lanzan los ciudadanos a cada contenedor todavía se encuentran cantidades significativas en el contenedor de ‘resta’, el gris.

Contenedores cerrados

El nuevo contrato de la basura de la ciudad, que salió a licitación a principios de mes contempla una serie de medidas para conseguir que la ropa y complementos lleguen al contenedor adecuado. Una de las medidas será la obligación de la empresa ganadora del concurso de contar con un número significativamente mayor de contenedores.

Actualmente hay en la ciudad una cincuentena, pero el contrato obliga a colocar un mínimo de un contenedor por cada mil habitantes. Así, tomando en cuenta el número de personas empadronadas en la ciudad: 135.436 (INE) deberá haber al menos 135 que habrá que instalar junto a las islas con el resto de fracciones. El ratio, además, podrá incrementarse para colocar contenedores en lugares estratégicos como mercados, aparcamientos municipales o entradas de escuelas.

La empresa que gane el concurso deberá poner un contenedor de ropa por cada mil habitantes

Otra de las novedades es que los contenedores deberán contar con un sistema de control de acceso con tarjeta para poder abrirlos.

Pero tal vez el cambio más significativo es el hecho de que se pondrá en marcha una prueba piloto en una zona del centro de la ciudad para implementar la recogida puerta a puerta (algo que también se hará con el aceite de cocina usado). El vecino/a se pondrá en contacto con el servicio a través de una aplicación móvil o llamada telefónica y le indicarán cuándo lo pasan a buscar por el domicilio. Se trata de un sistema similar al que se sigue ahora con la recogida de residuos voluminosos.

La empresa encargada deberá presentar un informe con la trazabilidad de lo recogido, es decir, el porcentaje que se aprovechará para comercializar o para hacer fibras. Estarán obligados, además, a tener al menos una tienda de ropa segunda mano en la ciudad.

El pliego también obliga a que todas las personas que trabajen en la gestión de la ropa tengan un contrato de reinserción sociolaboral. La adjudicataria puede subcontratar a una o varias entidades para prestar el servicio. Ahora el servicio en la ciudad lo presta una entidad de estas características, Formació i Treball, que tiene un convenio de colaboración con el Ayuntamiento.

Empleo y sostenibilidad

Idoia Jiménez, coordinadora de la delegación en Tarragona de Formació i Treball, encargada del proyecto Roba Amiga, explica que actualmente todas las personas que trabajan en el programa, desde quienes se ocupan del vaciado de los contenedores, pasando por la selección de las prendas o la venta en las tiendas, son trabajadores en situación de vulnerabilidad.

Los perfiles son muy variados pero se trata de personas que tienen muy difícil entrar en el mercado de trabajo, la mayoría derivadas de Servicios Sociales. Hay personas que tienen años fuera del mercado laboral; que necesitan un empleo para regularizar su situación; que tienen el tercer grado de prisiones... Todas reciben formación y seguimiento porque la intención es que pasados los meses (un mínimo de seis) encuentren un trabajo en el mercado laboral ordinario. De hecho despuś de un año el 50% de los que ha pasado por el programa consigue un empleo.

«Es un proyecto de justicia social y ambiental», apunta Jiménez, porque no solo se ocupa de crear empleo y garantizar un aprovechamiento correcto de la ropa, sino que por ejemplo tienen en marcha un programa solidario en colaboración con los municipios para entregar ropa a las familias vulnerables que lo necesitan. Las personas acuden con un cheque en formato QR con el que pueden escoger las prendas en la tienda de la entidad.

La tienda de Roba Amiga en Tarragona ubicada en la calle Apodaca 12, es una muestra de cómo está cambiando la concienciación ciudadana. El perfil de los compradores es cada vez más diverso: «cada vez más personas se dan cuenta de que la ropa puede tener una segunda vida», explica Jiménez.

Recuerda, además, que a los contenedores se pueden lanzar todas las piezas de textil, no solo las que se piense que pueden acondicionarse para ponerse de nuevo a la venta, porque las que están en peores condiciones son recicladas para obtener nuevas fibras y un pequeño porcentaje (en torno al 5%) se usa para generar energía y calor. Las prendas que se recogen en Tarragona son gestionadas en la planta de la entidad en Sant Esteve Sesrovires.

De cara al próximo cambio de armario insiste en que la ropa que se deposita en los contenedores está en buenas manos, no solo implica gestionarla responsablemente, sino que permite crear empleo y ayuda a cubrir las necesidades de personas que lo necesitan. También apunta que los contenedores son cada vez más seguros porque han incorporado más sistemas y que tienen colaboración con la policía local.

Contenedores: El Vallès Occidental se interesa por el modelo de TGN

Regidores y técnicos de siete ciudades del Vallès Occidental: Sabadell, Barberà del Vallès, Rubí, Santa Perpètua de Mogoda, Montcada i Reixac, Terrassa y Polinyà estuvieron ayer en Tarragona para conocer la experiencia de los contenedores cerrados y la aprobación del futuro contrato 2023-2032. Unas 25 personas, se reunieron en el Espai Tabacalera dónde fueron recibidas por el concejal Jordi Fortuny y el equipo técnico de Neteja. Seguidamente visitaron los barrios donde se ubican los contenedores inteligentes, implantados como prueba piloto el 2021.

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