La pesadilla que sufre el sector de la restauración y de la hostelería desde el inicio de la pandemia del coronavirus, hace ya casi dos años, parece no tener fin. Cuando los negocios con licencia de bar, restaurante o restaurante musical creían que se había puesto el punto y final a las restricciones horarias, el viernes por la noche tuvieron una desagradable sorpresa. Contra todo pronóstico, entre la 1.30 y la 1.45 de la madrugada, muchos de los establecimientos –principalmente de la Part Alta– recibieron la visita de agentes de la Guàrdia Urbana y de los Mossos d’Esquadra en la que les instaban a cerrar a las dos de la madrugada, cuando por normativa pueden hacerlo a las tres las noches de los viernes y de los sábados.
«En ese momento teníamos a 35 personas sentadas. Vinieron tres mossos y nos dijeron que teníamos que cerrar. Nos reventaron la noche, ya que dejamos de ingresar 250 ó 300 euros», afirmaba este sábado un responsable de un local de la Plaça de la Font, quien lamentaba que «era el primer día que podíamos hacer un poco de caja después de dos meses». En otros locales fueron los policías locales los encargados de comunicar el mismo mensaje.
Según las medidas vigentes del Procicat (que están publicadas en la página web de la Conselleria de l’Interior), desde este pasado viernes 28 de enero las actividades de hostelería y restauración –bares, restaurantes y restaurantes musicales– pueden abrir en horario «normal, según la normativa sectorial», a la vez que «no se permite ninguna actividad de baile». Según Canal Empresa –de la Conselleria d’Empresa de la Generalitat–, los restaurantes, bares, restaurantes-bares, restaurantes musicales y los salones de banquetes pueden mantener actividad «hasta las 2.30 horas, como máximo», si bien las noches de los viernes, los sábados y las vigilias de festivo pueden tener «30 minutos más».
Durante la mañana de este sábado, los grupos de whatsapp echaban humo al respecto, especialmente con una noticia de primera hora del sábado de TV3 en la que se indicaba que los bares y negocios de Barcelona sí que pudieron abrir hasta las 3 de la madrugada. A raíz de ello, desde la Guàrdia Urbana se reconocía que la comunicación in situ a los negocios de este viernes para que bajaran la persiana a las dos «fue un error en la actualización de las medidas vigentes por la Covid», a la vez que reiteraban que «lamentamos el error», así como que «ya se han dado las instrucciones para que esto no vuelva a suceder».
«Que se pongan las pilas»
El presidente de la Associació d’Hostaleria de Tarragona, Javier Escribano, lamenta que la «situación generada este viernes« se suma a todo lo que arrastramos desde hace dos años», y pide al Ayuntamiento «que se informe de la normativa vigente, se ponga las pilas y sea consciente de las novedades», ya que «de su actuación dependen muchos puestos de trabajo». El representante de los hosteleros indica que, pese al levantamiento de las medidas, «la gente aún es muy sensible y tiene poca confianza».
El representante de la Federació Catalana d’Oci Nocturn (Fecalon), Christian Compte, se manifesta en la misma línea. «Venimos de una etapa muy complicada. Pedimos más sensibilidad, ya que nuestro sector es el más perjudicado por las restricciones», indica el profesional del ocio, quien considera que «no puede haber errores como este en el momento en el que nos encontramos».