La espera para recibir una ayuda de dependencia: tres meses más de lo que exige la norma

Unos 2.372 tarraconenses aguardan ser valorados. Además, 3.130 ya lo han sido, pero aún no reciben la prestación. De media, hay que esperar 281 días hasta que se resuelve un expediente

22 septiembre 2023 21:54 | Actualizado a 24 septiembre 2023 19:00
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Un total de 5.502 tarraconenses están esperando para recibir la ayuda de la dependencia. Son 1.735 más –un crecimiento del 46%– que a finales de 2022, cuando había 3.767. En este dato, se incluye a los ciudadanos que están pendientes de pasar la valoración para saber si tienen derecho a la ayuda y a aquellos que ya han sido valorados, pero que, de momento, están a la espera del Programa individual d’atenció (PIA), el servicio que especifica qué prestaciones se ajustan más a cada persona.

Según los datos aportados al Diari por el Departament de Drets Socials, actualmente hay 2.372 valoraciones pendientes: 1.748 en el Camp de Tarragona y 624 en las Terres de l’Ebre. En comparación con las estadísticas facilitadas por el mismo organismo, a finales de 2022 eran 1.808 los ciudadanos que aguardaban su valoración: 1.277 en el Camp y 531 en el Ebre.

La lista se amplía si se tienen en cuenta las personas que ya tienen un grado de dependencia asignado, pero que aún están en trámite para recibir la prestación como tal. En total, en toda Tarragona, hay un 59,7% de personas más en esta situación que en 2022. En el Camp, son 2.144 y, en el Ebre, 986.

«Una vez te dan la opción de ir a una residencia, tienes que volver a entrar en una lista de espera», Delegació de Tarragona del Col·legi Oficial de Treball Social

Desde Drets Socials, admiten que «la evolución no es positiva, pero reducir la lista de espera es algo complejo y lento». «Cada año aumentamos el número de valoraciones resueltas, de PIA y de prestaciones y servicios activos, pero también crecen las solicitudes y por eso cuesta mucho disminuir la lista de espera».

Según los datos del Imserso, a 31 de agosto de 2023, en todo el territorio catalán, 68.074 personas estaban en el sistema, pero aún no habían podido acceder a la ayuda. En diciembre de 2022, eran 69.770 y, un año antes, 78.542. Con lo cual, hay menos ciudadanos valorados aguardando.

Por otra parte, se observa que la cantidad de personas esperando a ser valoradas ha aumentado desde el primer semestre de 2022: a 30 de junio, se cifraban en 24.918. En agosto de 2023, son 31.553, con lo cual, ha habido un incremento en este ámbito. La Generalitat, por su parte, insiste en que los informes publicados en el Imserso no coinciden con los que ellos manejan y en que el descuadre «se resolverá a través de un plan de mejora».

«No sé si el sector podrá absorber el incremento de demanda que habrá en los próximos años», Cinta Pascual, presidenta de la ACRA

«Hay una gran cantidad de gente nueva que está incorporándose al sistema», expone la presidenta de la Associació Catalana de Recursos Assistencials (ACRA), Cinta Pascual. «No sé si podrá absorberse el incremento de la demanda, ya que la esperanza de vida crece y cada vez habrá más personas en situación de dependencia».

El tiempo medio de espera desde que se inicia hasta que se finaliza el proceso se ha reducido, tal como indican el Departament y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. A día de hoy, hay que esperar 281 días desde que se realiza la solicitud de dependencia hasta la resolución de la prestación: son 101 más que los 180 que exige la normativa actual, pero 332 menos que los 613 a los que se llegó a 31 de agosto de 2021, el dato más alto de los últimos años, según el Departament. «La pandemia fue dramática porque lo paró todo», recuerda Pascual.

En este sentido, Helena Vega, psicóloga de la Associació de Familiars de persones amb Alzheimer de Tarragona, comenta que «se notó un tapón con el coronavirus; la cosa ha mejorado, pero la espera aún es una barbaridad».

La espera media desde que se pide la ayuda hasta que se consigue es de nueve meses

Los pasos a seguir

Para conseguir la ayuda, la persona debe presentar una solicitud para someterse al reconocimiento.

Tres o cuatro meses después, habiendo estudiado la información del caso, personal del equipo de Serveis de valoració de la dependència (SEVAD) se pone en contacto para así concretar cuándo se llevará a cabo la valoración presencial. Una vez hecha la visita, el equipo emite un informe con la propuesta del grado de dependencia. Posteriormente, se publica la resolución. Entre todo, el proceso puede tardar tres o cuatro meses más.

Una vez con el grado obtenido, la persona debe esperar que los servicios sociales se pongan en contacto con ella para, en el marco del programa PIA, concretar las prestaciones que más se ajustan a sus necesidades. Otros dos meses, más o menos. Y sin contar ni la espera previa de muchas familias que no son conscientes de hasta qué punto es grave la dependencia, ni la posterior, si es que la persona debe esperar a tener una plaza disponible en un centro de día o en una residencia.

$!Histórico de solicitudes de valoración de grado, y prestaciones y servicios activos actualmente*. Datos a 30 de junio de 2023. Fuente: Departament de Drets Socials

«Tanto tiempo de espera genera mucha frustración y malestar en las familias», Helena Vega, psicóloga de la Associació de Familiars de persones amb Alzheimer de Tarragona

Lo explican desde la delegación territorial de Tarragona del Col·legi Oficial de Treball Social: «Una vez te dan la opción de ir a una residencia, tienes que volver a hacer cola hasta que te llamen para entrar». «Además, hay personas con un grado 1 que igual tendrían que estar en una residencia, pero que no tienen la posibilidad», añaden.

No sería la primera queja de valoraciones a la baja: «Son muy duras, para conseguir un grado 2, tienes que estar muy mal», admiten desde el TSCAT. «Suelen darse casos de personas que no están conformes», asegura Vega. «Eso genera frustración en la familia», añade. Además, la psicóloga asegura que «es por ese motivo por el que la prevención y la detección temprana son tan importantes, aparte de la visibilización, la concienciación y la desestigmatización».

Familias y profesionales del sector reclaman más inversión y más celeridad en las valoraciones

Catalunya, a la cola de España

Tanto familias como profesionales del sector reclaman más celeridad y que se destinen más recursos. «Sí que es cierto que el Departament ha hecho una gran faena en los últimos meses, pero aún estamos a la cola de España», expone Pascual. Es cierto: Catalunya es el territorio con más beneficiarios esperando a recibir la ayuda y el segundo con más personas aguardando la valoración.

«Como patronal catalana, me cuesta entenderlo, son unos datos muy altos porque, si tú le dices a una persona que tiene que esperarse nueve meses para obtener la ayuda, no lo entenderá», añade la presidenta de la ACRA.

«Cuando tienes una dependencia moderada o severa, pasarte casi un año esperando no es fácil, y más cuando el sistema podría ser mucho más ágil, ya que, cuando alguien es dependiente, empieza a ir a un médico de cabecera que podría hacer un informe en poco tiempo», sentencia. Por el momento, no se da prioridad en el trámite a las personas con una mayor dependencia.

«Las instituciones no están invirtiendo lo que deberían en las personas mayores», Josep Tutusaus, secretario general de USITAC

En la misma línea, el secretario general del sindicato USITAC, Josep Tutusaus, reclama «que inviertan en la gente mayor, en plazas públicas y concertadas». «Tendrían que buscar plazas de residencias privadas para desatascar la lista de espera, pero las instituciones no invierten lo que deberían porque, para ellos, es su última preocupación; ¿cuántas plazas han creado últimamente en Tarragona?», insiste. «Hay muchas vacías, gente esperando y un excesivo papeleo», sentencia.

La espera para recibir una ayuda de la dependencia se hace eterna en muchos casos. Pese a que ha habido una cierta reducción del tiempo, la situación actual aún no se ajusta a lo que marca la norma y, por eso, familiares y profesionales reclaman que se incremente la inversión y que aumenten las plazas en los centros.

El dato

La Generalitat financia un 75% y el Estado un 25%

«El Departament ha aumentado el presupuesto en este ámbito; no ayuda el déficit histórico del Estado», argumentan desde Drets Socials.

Cuando se aprobó la ley, en 2006, se estableció que los diferentes territorios del país y la administración central iban a aportar a partes iguales.

A raíz de la crisis económica de 2008, el Estado disminuyó la inversión. Durante años, la aportación del ejecutivo central fue de entre un 14% y un 15%, por debajo de la media. En 2022, se llegó al 25%, según datos del Imserso. No obstante, el desequilibrio aún es latente.

Por norma general, Catalunya ha ido aumentando el gasto en dependencia hasta situarlo en unos 1.566 millones de euros en 2022: un 75% de la aportación total. Un 25% es lo que el Estado invirtió, de media, en todas las comunidades en 2022.

La cifra

13.801 catalanes mueren esperando

Según el último dictamen anual de la Asociación de Gerentes y Directores de Servicios Sociales, 13.801 catalanes murieron entre diciembre de 2021 y noviembre de 2022 en lista de espera, sin ser atendidos. En el anterior período, entre enero y diciembre de 2021, fueron 12.744.

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