La psicosis del coronavirus deja a enfermos crónicos de Tarragona sin mascarillas

La histeria ha desabastecido a las farmacias de la provincia y deja desprovistos a pacientes con dolencias como el Síndrome de Sensibilidad Central, afecciones respiratorias y cáncer

26 febrero 2020 20:07 | Actualizado a 01 marzo 2020 18:07
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Un mensaje en Facebook de la cuenta Enfermera Saturada ha ilustrado bien la situación en las últimas horas: «Por favor, dejad de comprar mascarillas que no necesitáis. Quienes sí las necesitan, por ejemplo, son algunos pacientes oncológicos (y no por el coronavirus). Cuando van a la farmacia a comprarlas, como hacían siempre, no hay porque las habéis agotado con vuestra histeria». La psicosis ha dejado a boticas de ciudades como Tarragona y Reus sin mascarillas desde hace semanas, sobre todo por parte de personas que las enviaban a China o viajaban a algunas de las zonas afectadas.

La ausencia del producto, sin embargo, está repercutiendo en molestias para aquellos pacientes crónicos que sí las precisan. «Uso mascarillas a diario desde hace cinco años. Desde que comenzó la epidemia, no encuentro ni en Reus ni en Tarragona. He comprado en un bazar algunas que usan los pintores, que no son iguales, y me pongo algodón para que sean más efectivas», explica Cori Artiga, una tarraconense que padece sensibilidad química múltiple, además de fibromialgia, fatiga crónica o sensibilidad electromagnética. «No puedo usar las mascarillas de las farmacias, más potentes, porque no hay y eso me perjudica. Me cuesta más respirar, se me irrita. En Tarragona la contaminación en el aire es terrible», cuenta Cori, que se ha marchado unos días fuera de Tarragona para intentar recuperar su salud, en parte agravada tras la explosión de Iqoxe, que perjudicó durante días e incluso semanas a perfiles crónicos muy parecidos al suyo. 

«Es muy triste que se desabastezca de mascarillas algún lugar. El miedo y el caos hacen que desgraciadamente no puedan acceder los pacientes con enfermedades crónicas como el síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SMQ)», cuenta Manuela Moya. Ella vive en Reus, padece fibromialgia, síndrome de fatiga crónica y síntomas de sensibilidad química múltiple. En ocasiones, los pacientes sufren varias de estas patologías, agrupadas bajo el paraguas de los llamados Síndromes de Sensibilidad Central (SSC). «Solo deseo que esto pare pronto y podamos volver a la normalidad. Además, las mascarillas más comunes no evitan el contagio por coronavirus», explica Moya. 

«Yo no las compro en farmacia, utilizo las que hay en ferreterías y son de filtro de carbón», explica otra ciudadana de Tarragona afectada. Ella emplea las del tipo FFP3, las más seguras, con una eficacia del 98%, que protege de agentes venenosos, polvo, humo y aerosoles. «Cogí una caja hace un mes y las voy usando, sobre todo cuando salgo a la calle en días de contaminación o tengo que entrar en algún establecimiento. La marca que a mí me va bien cuesta 27 euros el paquete, y lleva 10. El precio varía. A veces el pack vale más de 100». 

Los otros dos tipos son el FFP1, con una eficacia del 78%, y el FFP2, con una eficiencia probada del 92%, el producto más demandado por la comunidad china y el modelo más recomendado por la OMS en esta crisis sanitaria. Son grados de protección diferente dependiendo de los contaminantes.

Muchos han enviado mascarillas a China. Ahora se compran para acudir a los aeropuertos cuando se va a viajar

Las farmacias admiten que el stock es nulo. «Hemos intentado encargar mascarillas fuera del canal de farmacia, y nos han dicho que igualmente están agotadas y que la previsión sería para tener en mayo o junio», explica la farmacéutica de Tarragona Maria Esther Fernández, que admite la afluencia de personas para comprar este producto: «Hace un tiempo pedían mucho para llevar a China, a sus familiares. Ahora nos encontramos con gente que no va a ningún lugar de riesgo, pero temen sobre todo al aeropuerto, a ese lugar de encuentro». 

«Desde hace 15 días no tenemos», reconocen desde la farmacia Salazar, en la Part Alta de Tarragona. Otras boticas como Font-Quer también confiesan que no tienen: «Perjudica más bien a los clientes que usan mascarillas para su trabajo, pero no a enfermos graves». 

En algunos casos, los agraviados pueden ser puntualmente algunos enfermos de cáncer. «A veces vienen pacientes oncológicos con la inmunidad muy baja y en tratamiento de quimioterapia, que necesitan mascarillas para evitar posibles infecciones», cuenta la farmacéutica Maria Esther Fernández. 

La doctora y oncóloga en el Hospital Sant Joan de Reus Anna Lafuerza aclara, sin embargo, que el empleo de mascarillas en estos casos es excepcional: «Únicamente se utiliza en casos en los que se requiere el aislamiento del enfermo, pero es algo poco frecuente». 
También se ha agotado el gel bactericida para el lavado de manos. Entre las recomendaciones de la OMS para evitar la propagación del coronavirus está lavarse las manos frecuentemente con estos líquidos. Son los mismos que usan los hospitales y que ahora se han instalado en prácticamente cualquier rincón de los países que están experimentando casos de coronavirus. Con el brote en Italia, la demanda se ha disparado.

En todo caso, los propios farmacéuticos piden mesura y llaman a la calma. «Muchos tienen la idea equivocada de las mascarillas. La deben llevar los afectados para parar una posible transmisión, pero la gente las pide para prevenir. Lo principal es lavarse muy bien las manos y hacer una correcta higiene», dice Fernández desde su farmacia. 

La OMS ha pedido que no se compren mascarillas de forma indiscriminada para no desabastecer a hospitales y a pacientes que sí necesitan. Solo se debe emplear mascarilla si presenta si presenta síntomas respiratorios (tos o estornudos), si sospecha que tiene infección por Covid-19, o si está cuidando de alguien de quien se sospeche que está infectado. 

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