Un grupo investigador del Departamento de Gestión de Empresas de la Universitat Rovira i Virgili y del Centro de Investigación en Ingeniería Biomédica (CREB) de la Universidad Politécnica de Catalunya – BarcelonaTech (UPC), ha estudiado la percepción social de la industria de los cruceros analizando cerca de 34 millones de tuits. Para ello, han utilizado la técnica de procesamiento de lenguaje natural combinada con el análisis de sentimiento, un método que segmenta automáticamente textos en sentimientos positivos, negativos y neutros.
A principios de la pandemia de la COVID-19, entre el 7 y el 25 de febrero de 2020, en el crucero Diamond Princess tuvo lugar el mayor brote de coronavirus fuera del epicentro original de la ciudad de Wuhan, en China. El barco logró la segunda posición en el mundo en número de casos confirmados de coronavirus, antes de ser superado por Corea del Sur.
A este primer brote de COVID-19 en un crucero, que provocó 712 casos confirmados y 14 muertes entre pasajeros y tripulación, le siguieron brotes en al menos otros 124 cruceros, que representan más de un tercio de los cruceros activos en la flota global.
Rápidamente, esta situación se convirtió en una crisis para la industria de los cruceros, puesto que las diversas noticias sobre casos confirmados, hospitalizaciones, muertes de pasajeros y tripulantes y barcos retenidos en puerto captaron la atención de público, medios de comunicación y redes sociales.
Los resultados muestran que el sentimiento negativo prevalece en la mayoría de los tuits analizados. El equipo investigador considera que el resultado es relevante, puesto que si se tiene en cuenta que, como dice la teoría de la amplificación social del riesgo, “un sentimiento negativo persiste durante mucho tiempo, incluso cuando desaparecen las causas originales de la negatividad, la industria de los cruceros todavía está en riesgo de permanecer envuelta por esta imagen negativa, incluso después de que la amenaza de la COVID-19 desaparezca”, apunta Babajide Muritala, investigador principal del trabajo.
Además, el equipo observó que las críticas dirigidas a la industria de los cruceros en los tuits se basaban en percepciones y estereotipos sobre la industria previos a la pandemia, con críticas como ser foco de enfermedades infecciosas, por ejemplo los norovirus, tener un impacto medioambiental negativo, navegar con banderas de conveniencia para evitar impuestos y leyes, aumentar el tamaño de los barcos, entre otros, todas centradas en un modelo de negocio de gran escala.
Los autores de este trabajo concluyen que la industria del crucero debería hacer un esfuerzo por cambiar su percepción social hacia un modelo de negocio más rentable, sostenible y respetuoso con el medio ambiente. Además, también recomiendan que se mantengan algunos de los protocolos sanitarios introducidos durante la pandemia para ayudar a prevenir brotes de otras enfermedades infecciosas.
Este estudio, publicado recientemente en la revista Tourism Management Perspectives, ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, en el marco de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, y de la URV. La tesis doctoral de Babajide Muritala está en línea con este estudio. Muritala es uno de los 45 investigadores predoctorales contratados a través del programa Martí y Franquès COFUND de la URV.