El Govern de la Generalitat sacará un nuevo concurso para la compra del material móvil del futuro tranvía del Camp de Tarragona. Así lo ha confirmado el Departament de Territori, después que el pasado 26 de julio Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) declaró desierto el anterior procedimiento.
Según se apunta desde la conselleria, los servicios técnicos del departamento y el operador público catalán estarían estudiando de manera conjunta la «fórmula» para el nuevo concurso. De momento, no se ha concretado si esto supondrá una revisión del presupuesto de salida o si podrían introducirse cambios en los condicionantes técnicos que fijaban las bases. No obstante, desde el departamento que ahora lidera Ester Capella se asegura que la nueva tramitación quiere iniciarse «cuanto antes» para evitar que esto pueda entorpecer la puesta en marcha del nuevo servicio.
La administración catalana se ve obligada a replantearse este contrato, después que el pasado 4 de julio se procediera a la apertura de los sobres para la contratación de la construcción, suministro y mantenimiento de siete tranvías eléctricos, con una longitud máxima de 40 metros y una capacidad para 210 personas. Estos convoyes son los que deben empezar a operar en la primera fase del proyecto, que es la que enlazará Cambrils y Vila-seca.
La licitación fue declarada desierta «al no existir ninguna oferta/proposición admisible». Así lo pone de manifiesto la resolución, en la que se desestimaban las ofertas presentadas por parte de Construcciones y auxiliar de Ferrocarriles, SA y Stadler Rail Valencia, SAU.
En el primero de los casos porque la empresa guipuzcoana superaba el presupuesto de la licitación fijado en el procedimiento, mientras que la suiza con sede en Valencia no cumplía con los requisitos técnicos mínimos exigidos en los pliegues de la licitación.
El informe de valoración de ofertas no incluye más información, «a efectos de salvaguardar información de las ofertas que podría pertenecer a la esfera de la estrategia de negocio propia del licitador».
El concurso de FGC hacía referencia a un presupuesto de licitación de 48.090.000 euros, al que sumándole el 21% de IVA quedaba por un importe total de 58.188.900 euros. Esto representaba que la inversión por vehículo es de 4,4 millones de euros, mientras que los gastos correspondientes al mantenimiento durante un periodo de quince años prácticamente alcanzaban los 14,5 millones.
Uno de los elementos que se tenía en cuenta es que los convoyes dispusieran de un sistema de almacenaje de energía, de forma que en los tramos urbanos la nueva infraestructura no necesitaría catenaria. Esta era una de las exigencias de los alcaldes.
El hecho que haya quedado desierto este concurso supone un contratiempo para el proyecto del tranvía, que en los últimos tiempos ha dado importantes pasos para que finalmente pueda ser una realidad. En paralelo, se está avanzando en la redacción del proyecto constructivo de la primera fase, mientras que el pasado 15 de julio finalizó el periodo de alegaciones del estudio informativo de la segunda, que es la que corresponde a la llegada y penetración urbana de Tarragona y Reus.
Finalmente, la semana pasada FGC sacó a concurso el proyecto que hace referencia a la construcción de los talleres y las cocheras, que se ubicará en el municipio de Vila-seca. En este caso, la inversión prevista supera el medio millón de euros.