El vídeo, sin filtros y con las caras de los comensales a la vista, se ha hecho viral estos últimos días. Un restaurante ubicado en el polígono comercial Les Gavarres de Tarragona es el escenario de cómo actúan los carteristas en cualquier lugar, con o sin gente a su alrededor y con la capacidad de mimetizarse, cometer el delito, y marcharse sin alterarse para ver qué botín han conseguido.
La escena se hace con el local lleno, con las mesas repletas de comensales. Se trata de una pareja, explican fuentes de Mossos, que tras localizar una mesa vacía ven que cerca de ella hay una víctima potencial.
La persona que está sentada en una mesa con varios comensales tiene un bolso entre su espalda y el respaldo de la silla. Y cerca de este botín, el ladrón ha logrado sentarse de espaldas con su cómplice.
El delincuente deja la chaqueta y alcanza el bolso. No lo coge. Simplemente se asegura que está libre de cualquier atadura. Y al poco aprovechando el camuflaje de la chaqueta se levanta, desliza la mano por dentro y se lo lleva camuflado con la ropa.
Su pareja simplemente le sigue el juego: habla con él cuando están sentados y se levanta con él cuando es hora de marcharse. El hurto se ha consumado y nadie ha dado la voz de alarma. La pareja sale del local y se marcha.
Lo único que ha impedido que el robo fuera perfecto es la grabación del local, que además de viralizarse por redes está en manos de Mossos d’Esquadra. Fuentes policiales admiten que el caso está en proceso de investigación. La cara del presunto autor está definida en las imágenes originales del local, pero todavía no se ha dado con su paradero. La víctima ha denunciado el robo tras percatarse que el bolso que llevaba le había desaparecido.