Día histórico: Tarragona dice adiós al mamotreto

Arranca el desmontaje de la estructura de 12.000 toneladas de hormigón en la playa del Miracle, que se transformará en un nuevo pulmón verde en el frente litoral

03 abril 2025 12:27 | Actualizado a 03 abril 2025 20:10
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Día histórico en Tarragona, que este jueves por la mañana veía como el conocido popularmente como el mamotreto del Miracle empezaba a desaparecer, para que pueda generarse un nuevo pulmón verde, que permita a la ciudadanía recuperar un espacio cerrado durante más de once años.

Los trabajos se ponían en marcha hace diez días, con la limitación del perímetro de una obra, que ha arrancado de forma definitiva. Para el desmontaje se utilizan dos máquinas retroexcavadoras, que van desmenuzando viga a viga la estructura de 12.000 toneladas de hormigón armado.

La constructora Vallès Grup es la encargada de una obra que calificaron de «sencilla», a pesar de que estamos hablando de un total de 597 vigas de 7,5 metros de longitud encajadas en otras cuatro piezas de grandes dimensiones, que en su momento se construyeron in situ. «El proyecto estaba bien definido y de momento no nos hemos encontrado con nada fuera de lo previsto», decía el director de construcción de la compañía, Héctor Gutiérrez.

A medida que las máquinas iban retirando cada uno de los bloques, empezaba la segunda parte del proceso, que es la que debe permitir la revalorización de los residuos.

Para ello se utiliza una pinza, de forma que puede empezar a triturarse el hormigón y a separarlo del hierro. Más adelante, se incorporará una nueva máquina –similar a un molinillo de café, pero con unas dimensiones que superan las setenta toneladas de peso– la cual incorpora un imán para acabar de extraer el hierro que todavía pueda quedar. A partir de ahí, se machacarán los bloques de cemento, para la obtención de áridos. Según las dimensiones se clasificarán para que puedan utilizarse en otros proyectos de construcción.

La compañía destinará entre tres y cuatro máquinas en este proceso de desmontaje. Asimismo, entre seis y siete camiones bañera irán retirando a diario los materiales, que se trasladarán a la planta de reciclaje que la compañía tiene en Calafell. No obstante, la constructora aseguró que ya tiene algunos ayuntamientos que se han interesado en estos materiales, que se utilizan como pavimentos para aparcamientos o para rellenar explanadas.

El concejal de Medi Ambient del Ayuntamiento de Tarragona, Guillermo García de Castro, explicó que aproximadamente el 95% de los materiales del mamotreto se valorizarán «para tener el menor impacto posible». Esta era una de las cláusulas del proyecto que se ha financiado mediante los fondos europeos Next Generation, a la vez que esta revalorización contribuye a financiar los gastos del desmontaje.

¿Menos de cinco meses?

La constructora aseguró que «haremos todo lo posible para no agotar los cinco meses» fijados en el proyecto. El derribo se prevé que dure unos «cuatro meses» y después tendrá que habilitarse el espacio –de unos 6.200 metros cuadrados de superficie– a la espera de que acabe de definirse el futuro.

García de Castro aseguró durante el día de ayer que este proyecto significa «mucho más que un derribo». «Estamos hablando de hacer un cambio de paradigma y de recuperar espacios naturales para la ciudadanía», justificó.

En paralelo, ya se está trabajando en la segunda fase, que es la que hace referencia a la renaturalización del espacio. De momento, se está redactando el proyecto, que después asumirá la Dirección General de Costas del Estado, que es quien financiará la intervención.

A grandes rasgos este pasará por la recuperación de la zona dunar y que acabe convirtiéndose en «un espacio que pueda disfrutar la ciudadanía». Cómo se hará o si se habilitará un pinar o una zona de picnic es lo que deberá definirse ahora.

Este es un proceso que seguirán de cerca las entidades ambientalistas, que forman parte del Consell Municipal de Medi Ambient. Estas ayer «celebraban» el inicio de unos trabajos que suponen un triunfo, después de que la presión ciudadana que ejercieron consiguió que el Ayuntamiento de Tarragona se marcara este proyecto como una prioridad.

El guante lo cogió la concejala de Medi Ambient, Eva Miguel Gascón, que encontró en los fondos europeos Next Generation la forma de financiar lo que de momento es el principal proyecto de renaturalización que se habrá llevado a cabo en Tarragona. Todavía tienen que venir otros, como el desmontaje del canal de La Móra. De momento, el mamotreto ha iniciado su camino hacia la papelera de la historia.

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