El laico y padre de familia, Marià Mullerat i Soldevila, muerto en 1936 en Arbeca por odio a la fe, ya es beato. Así lo ha declarado el cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y representante del Papa, durante la celebración que ha tenido lugar este sábado, día 23 de marzo, en la Catedral de Tarragona.
La misa ha sido concelebrada por el arzobispo de Tarragona, Monseñor Jaume Pujol; el cardenal Lluís Martínez Sistach, arzobispo emérito de Barcelona e iniciador de la Causa diocesana para el proceso de beatificación; el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, la mayoría de los obispos de las diócesis con sede en Catalunya y los Padres abad de Poblet y Montserrat.
También se ha contado con la asistencia del obispo auxiliar de la archidiócesis de Madrid, Mons. Juan Antonio Martínez Camino; de representantes de la Nunciatura, los postuladores de Roma y Tarragona, miembros capitulares y numerosos sacerdotes.
El rito de la beatificación se ha iniciado con la petición de beatificación por parte del arzobispo de Tarragona, Mons. Jaume Pujol, y la presentación del siervo de Dios. El expostulador general de la Causa, el P. Vito P. Gómez, ha presentado a Marià Mullerat como «un fiel discípulo de Cristo desde su condición de padre de familia, profesional de la medicina, y servidor de la sociedad, el cual trabajó siempre a favor de la cultura y de la convivencia pacífica».
La celebración ha contado con la participación de los familiares del nuevo beatoTambién ha resaltado la gran estima que tenía hacia sus pacientes «a los que llevó en su corazón hasta momentos antes de su muerte. […] Contemplaba en todo el mundo el rostro de Cristo, incluso en sus perseguidores, a los que perdonó y tener la oportunidad de ayudar en las horas finales de su vida».
La memoria liturgia del nuevo beato se celebrará el día 13 de agosto
Seguidamente, el cardenal Becciu, por mandato del Papa Francisco, ha procedido a la lectura de la Carta Apostólica, en la que el Santo Padre ha inscrito en el libro de los beatos al venerable siervo de Dios Marià Mullerat y ha establecido que su memoria litúrgica sea cada día 13 de agosto.
Esta declaración tiene lugar después de la aprobación del decreto del martirio por el papa Francisco el pasado día 7 de noviembre de 2018. Inmediatamente, con gran solemnidad, se ha descubierto la fotografía del nuevo beato, momento que ha recibido una gran ovación, y los familiares del beato, acompañados de palmas y unas pequeñas lámparas, han llevado las reliquias del mártir -un marco con la cruz que Marià Mullerat siempre llevaba en el bolsillo y tres tecas-, hasta el presbiterio.
Cardenal Becciu: «Su martirio es un estímulo para buscar el bien común, la concordia y la paz»Para el prefecto Angelo Becciu, el ejemplo de Marià Mullerat es «un faro de luz, una insistente invitación a vivir el Evangelio de manera radical y con sencillez, ofreciendo un valiente testimonio público de la fe que profesamos». En la homilía ha destacado que, a pesar de las dificultades, tribulaciones y persecuciones con las que se encontró el beato, perseveró en el amor a Cristo y, por este motivo, la Iglesia reconoce su santidad de vida.
«A la violencia respondió con el perdón y al odio, con la caridad. […] Su martirio representa para todos un importante estímulo que impulsa a la comunidad cristiana a reavivar la misión eclesial y social, buscando siempre el bien común, la concordia y la paz », dijo. Mons. Becciu ha finalizado sus palabras con el deseo de que «el ejemplo de santidad del nuevo beato dé abundantes frutos de vida cristiana: un amor que venza la tibieza, un entusiasmo que estimule la esperanza, un respeto que dé acogida de verdad y una generosidad que abra el corazón a las necesidades de los más pobres del mundo».
En la celebración también se ha tenido presente en la oración a los cinco hombres que murieron junto al Dr. Mullerat: Josep Sans, Llorenç Segarra, Manuel Pont, Joan Gras y Llorenç Vidal.
Monseñor Jaume Pujol: «Un regalo del Señor en el final de mi pontificado»Antes de finalizar la celebración, Mons. Jaume Pujol ha dirigido unas palabras de agradecimiento al Santo Padre Francisco, los postulador de la Causa, el P. Vito Gómez y el P. Gianni Fiesta, a la Asociación Amigos de Marià Mullerat «que tanto ha trabajado por esta Causa» ya todos los que han hecho posible esta celebración. «Esta celebración quedará inscrita en la historia de esta Catedral metropolitana pero también en mi corazón. Llegando al final de mi pontificado sólo lo puedo recibir como un regalo del Señor para ti y para mí», expresó el prelado.
Durante su parlamento ha dirigido una cariñosa y emotiva saludo a los familiares del beato, en especial a las tres hijas del beat que han asistido a la celebración; los hermanos arzobispos, obispos y abades, al presbiterio diocesano, a los religiosos y religiosas, a los laicos, a los fieles de Arbeca y Santa Coloma de Queralt y los médicos allí presentes, entre otros.
La solemne celebración, sostenida en los cantos por el Coro y Orquesta de los Amigos de la Catedral, ha finalizado con la oración del nuevo beato y el canto de los Gozos, con letra de Mn. Joan Roig y música de Mons. Valentí Miserachs.
La celebración ha contado con la participación de los familiares -hijas, nietos y bisnietos- del nuevo beato; de fieles procedentes de Santa Coloma de Queralt, pueblo natal del beato, y de Arbeca, donde murió mártir.
También ha sido numerosa la asistencia de las autoridades civiles como el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya, Sr. Marcel·lí Joan; el presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet; la consejera del Ayuntamiento de Tarragona, María Elisa Vedrina, en representación del alcalde de la ciudad; los presidentes de los Consells Comarcals del Tarragonès y Les Garrigues, Daniel Cid y Antoni Villas, respectivamente; de varios alcaldes, como el de Santa Coloma de Queralt; Magí Trullols; el de Arbeca, Joan Miquel Simó; y el de La Floresta, Jaume Setó; el comandante en jefe de la Guardia Civil, Vicente Luengo; el intendente mayor de la Guàrdia Urbana de Tarragona, Enrique Eduardo Fernández y el decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la URV, Antoni Castro Salomón, además de varios miembros del equipo de Gobierno del Colegio Oficial de Médicos de Tarragona.