Tarragona ha estado dos veranos sin Concurs Internacional de Focs Artificials, una cita destacada en el calendario estival de la ciudad, que reúne a gente de todo el territorio. Hoy, el certamen se recupera –del 6 al 9 de julio–, y la restauración se prepara para vivir cuatro días frenéticos. Las zonas más concurridas durante las jornadas de los Focs son el primer tramo de la Rambla Nova –el más cercano al Balcó del Mediterrani– y el Port Esportiu, donde en los últimos meses han abierto muchos establecimientos. «La celebración de este concurso tiene un impacto positivo entre la restauración. No solo a nivel económico. Lo más importante es que viene gente de poblaciones vecinas que, una vez terminado los Focs, se pasean por la ciudad y conocen nuevos bares y restaurantes», explica Javier Escribano, presidente de la Associació d’Empresaris d’Hosteleria de Tarragona Ciutat (AEHT).
Pero si hay algún tipo de negocio que triunfa durante los cuatro días de Focs son las heladerías. «Sobre todo se concentra mucha gente en el primer tramo de la Rambla Nova y en Passeig de Sant Antoni. Preparamos más género que otras semanas. Y es que, durante estos días, la facturación puede llegar a aumentar un 15% respecto a un día normal y corriente», explica Rafa Olivier, propietario de tres heladerías de la ciudad, una de ellas ubicada en el Balcó del Mediterrani. Se esperan largas colas durante las cuatro jornadas.
También se prepara Rafael Muñoz, de las heladerías Sirvent, quien aprovecha para reivindicar que les dejen poner más mesas y sillas al exterior, al menos durante estos días en los que se espera mucha gente. Y es que hace unas semanas, el Ayuntamiento ha regulado la ocupación de las terrazas, reduciendo considerablemente el número de mesas por establecimiento.
Regina Cañellas, quien regenta tres locales en la Rambla, asegura que «esperemos que venga gente y que compensen lo pasado hasta ahora por la pandemia, y lo que nos espera. Nosotros hemos reforzado personal, aunque seguimos solo con seis mesas», comenta Cañellas.
Menú degustación
Otro de los centros neurálgicos de estos días será el Port Esportiu. Pese a que la mayoría de gente opta por ir a la playa del Miracle a cenar y ver los Focs, hay otros que prefieren no tocar la arena y sentarse en una terraza. Rubén Olivan es el encargado del restaurante Blue Monkey Marina. «Es la primera vez que viviremos los Focs desde aquí. Tenemos muchas reservas y, por eso, para la ocasión hemos preparado un menú degustación especial», explica Olivan.