A las puertas de la decisiva reunión de ministros de Agricultura y Pesca de este próximo lunes y martes, la Comisión Europea lo tiene claro: las limitaciones del plan de gestión del Mediterráneo funcionan y han tenido un «impacto positivo» en la regeneración del fondo marino. Por esto, el organismo ejecutivo de los 27 países que forman parte de la Unión Europea propone «seguir implementando reducciones significativas de las cuotas de pesca» en 2025 en el Mediterráneo occidental.
Así lo aseguran al Diari fuentes de la institución continental, las cuales resaltan que, con los último datos sobre la mesa, el plan iniciado en 2019 en el litoral catalán funciona. «Es alentador que el informe publicado este pasado 30 de octubre muestre que 11 de las 20 poblaciones de peces se encuentran ahora en un estado más saludable», indican las fuentes consultadas, lo que a su juicio demostraría «el impacto positivo» de las prácticas pesqueras «más sostenibles» puestas en marcha en el Mediterráneo occidental.
Este último informe –dirigido por científicos de España, Francia e Italia– se ha realizado por parte del Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca en 20 zonas del litoral del Mediterráneo. «En él se destaca que es urgente recuperar más poblaciones de peces», se indica desde el órgano europeo.
«Sostenibilidad a largo plazo»
Tras hacerse pública la previsión de reducción de días para poder faenar de los 130 actuales a 28 a partir del próximo 1 de enero, la Comisión Europea reconoce las «preocupaciones de los pescadores de la región mediterránea». «Preservar la economía pesquera es una prioridad absoluta», se afirma desde el organismo ejecutivo.
«La industria de la pesca de arrastre es la columna vertebral de la pesca mediterránea y, para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, la Comisión ha trabajado en estrecha colaboración con todas las partes interesadas para aplicar el plan de gestión plurianual del Mediterráneo occidental, adoptado en 2019», recalcan desde la Comisión Europea.
«Nuestro objetivo es garantizar un futuro sostenible y rentable para el sector, basado en unas poblaciones de peces sanas y prósperas. Todas las evaluaciones socioeconómicas confirman que unas medidas de gestión ambiciosas producirán importantes beneficios, como una mejor salud de las poblaciones y una mayor rentabilidad», argumenta la institución europea.
En base a ello, la Comisión puso sobre la mesa el 31 de octubre el horizonte de pesca para 2025, «que incorpora los últimos dictámenes científicos e introducen un mecanismo de compensación más sólido». Este sistema «recompensa a los buques pesqueros que adoptan prácticas sostenibles, como el uso de artes de pesca más selectivas, con días de pesca adicionales», afirma la Comisión, con el objetivo de «fomentar una pesca más sostenible y complementar las normas existentes con el arrastre».