Trabajadores penitenciarios protestan por la agresión a una funcionaria de la cárcel de Tarragona

La plantilla del centro de Mas d’Enric reclama más seguridad y asegura que no quieren más dinero

24 julio 2024 13:19 | Actualizado a 24 julio 2024 18:14
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Indignación entre los trabajadores del centro penitenciario de Mas d’Enric (El Catllar) por la agresión de una interna a una funcionaria. Cerca de un centenar de personas se han concentrado este miércoles en la entrada de la prisión para rechazar lo que consideran (los sindicatos) un intento de homicidio.

La plantilla pide más seguridad y refuerzos para resolver el incremento del número de agresiones, que cifran en más de un 300% en los últimos seis años. Aseguran que no quieren más dinero, sino soluciones. “Pedimos que la persona que se ponga al frente de la Secretaría de Medidas Penales sea sensible con el problema de las prisiones catalanas y que nos respete”, ha dicho Francina.

La protesta ha terminado con gritos para recordar a la cocinera muerta a manos de un preso el pasado marzo.

Los trabajadores se han reunido esta mañana en la entrada de la prisión de Mas d’Enric para expresar su malestar por una nueva agresión. Tras los discursos, los concentrados han gritado consignas de denuncia para reclamar más seguridad y más recursos para revertir el aumento de agresiones en los centros penitenciarios. También se ha recordado a Núria, la cocinera asesinada el 13 de marzo por un preso.

“Los funcionarios de prisiones trabajamos con una llave y un bolígrafo, que sirve para hacer informes que luego rompen y quedan en nada. No puede ser que nosotros tengamos que garantizar el artículo 25.2 de la Constitución, que trata sobre la reeducación y reinserción de los internos, porque un solo interno agresivo no nos deja hacer nuestro trabajo con los 119 restantes”, ha denunciado Marc, jefe de unidad del módulo tres de Mas d’Enric y delegado de CSIF en esta prisión.

Ante esta situación, el trabajador ha solicitado al Gobierno más efectivos para que se pueda aplicar el reglamento. “No queremos dinero, queremos seguridad y refuerzos”, dicen. “Nos han reforzado con 110 trabajadores más, tenemos 180 bajas, son menos empleados de los que debería haber”, ha lamentado. El delegado sindical ha subrayado que trabajan solo dos funcionarios en un módulo de 120 internos. “De estos, hay muchos peligrosos; nos agreden, nos golpean, nos intimidan, nos matan. ¿Qué más tiene que pasar para que cambie la política penitenciaria catalana?”, se ha preguntado.

Incremento de las agresiones

Según los trabajadores de Mas d’Enric, el Departamento de Justicia no les ha proporcionado cifras de agresiones de internos a empleados penitenciarios desde la muerte de la cocinera. Sin embargo, aseguran que las agresiones están en aumento y señalan que han aumentado un 300% en los últimos seis años. “Lo sabemos porque los agredidos somos nosotros. No lo habíamos hecho público en los medios de comunicación porque confiábamos en la administración penitenciaria, pero desde el asesinato de Núria hemos visto que se les ha escapado de las manos”, ha asegurado Francina.

Ella considera que los protocolos de actuación son guías “maravillosas”, pero defiende que no se pueden aplicar “al pie de la letra” debido a que trabajan con personas. Por esta razón, pide que no se les fiscalice y que se les permita improvisar según las situaciones. “Cuando no seguimos el protocolo, la administración debe confiar en nosotros y no revisar el grado en que se ha cumplido el protocolo. Cuando estás en un conflicto de dos internos que se pelean en el patio, actúas con sentido común y de la manera más profesional posible”, ha añadido.

Reacción “muy violenta” de la interna

Según la trabajadora, la interna que agredió el domingo a la jefa de unidad de un módulo de Mas d’Enric reaccionó de manera “muy violenta”. Ha explicado que la funcionaria intentó separar a la presa de otra para evitar una pelea y, entonces, la agresora estiró un cordón —con el que llevaba una acreditación colgada— e intentó estrangularla hasta que se rompió. Además, le arrancó un mechón de cabello. Francina también ha afirmado que, gracias a la intervención de cuatro internas, pudieron detenerla. “Si no hubieran actuado, no sé qué habría pasado”, ha concluido.

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